Melissa Sánchez empezó a cambiar su sonrisa tres años atrás, cuando entraron por la puerta de su casa las primeras amenazas de muerte escritas a su esposo. Allí, en Colombia, Frederman Roche trabajaba en un negocio de loterías. La mujer se esforzó en gestionar todo aquello con la prudencia y la mejor forma que los nervios permiten para esos casos. Decidió salvar la vida huyendo a España con su marido y su hijo de diez años. Mirándolo, se prometía desde lo más íntimo de sus pensamientos seguir sonriendo y darle ese hermano que todo niño pide para jugar, cuidar, pelear y reconciliarse, creciendo juntos a lo largo de la mejor etapa de la vida.
La madre cumplió su promesa el 17 de noviembre de 2020, dando a luz a un bebé rollizo en el hospital público de Jerez de la Frontera. El pequeño tiene nombre, Liam, pero dos años después sigue sin tener una patria. Aquel “Ius Soli” del Derecho Romano que vincula la nacionalidad a un ser humano por haber nacido en el territorio de ese Estado, “no es tan sencillo de aplicar en nuestros días —según Melissa— si la familia es colombiana y reside en cualquiera de los municipios que forman parte del partido judicial de Jerez de la Frontera”.
La jueza responsable del Registro Civil de Jerez desestimó en un auto la simple presunción de la nacionalidad española del bebé. Fiscalía entendía que la familia había creado tal situación para quedarse a vivir en España, que la condición de apátrida es “una situación de hecho creada ex professo (sic) para una rápida obtención de la nacionalidad española, como resulta de no registrar al hijo en la oficina consular del país en este caso de ambos progenitores, sin causa que lo justifique…”, según recoge un informe emitido el 16 de marzo de 2021.
Los padres y el hermano de Liam llegaron a España en diciembre de 2019 y les denegaron la protección internacional, según la mujer, en diciembre de 2020, al mes siguiente de nacer. “No es cierto —asegura Melissa— que yo haya engendrado a mi hijo para tener la nacionalidad española. Liam nació porque Dios quiso y no queremos registrarlo como colombiano porque no deseamos volver jamás a nuestro país, por estar amenazados de muerte. Queremos un futuro mejor para nuestros hijos y un trabajo que no podemos realizar dada la actitud del Registro Civil de Jerez. Esto sólo está pasando en este registro. Sé de más mujeres colombianas en una situación parecida. En redes sociales estoy contactando con otras mujeres de diferentes puntos de España que me aseguran que los tiempos en lograr la nacionalidad española de sus hijos son mucho más cortos que aquí”.
La Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública desmiente reiteradamente la interpretación que hace el Ministerio Fiscal sobre este asunto, por lo que ha revocado el auto judicial del Juzgado de primera instancia número cuatro de Jerez, obligando a reconocer al menor como español.
Melissa asegura que su bebé presenta signos de alarma de autismo, por lo que precisa un diagnóstico claro que sirva para darle el mejor tratamiento. Sin embargo, la condición de apátrida le ha provocado ya el rechazo de dos guarderías donde poder llevarlo en Arcos de la Frontera. Sería en una guardería donde podría detectarse mejor si padece o no autismo. Pero además, al no disponer de nacionalidad española, cada vez que va al centro de salud gracias a los servicios sociales, le advierten que darán de baja al pequeño. Frederman es un hombre fuerte y quiere trabajar. Ya lo ha intentado en el campo, pero su situación irregular le impide estar asegurado, por lo que están viviendo, aseguran, gracias a la providencia...
Como señaló la patronal de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme) el pasado mes de mayo, “con más de tres millones de parados, resulta sorprendente que las empresas tengan problemas para encontrar trabajadores en España. Hay más de 109.000 puestos sin cubrir en nuestro país. Sectores como la construcción, la hostelería o el campo no consiguen personal cualificado para cubrir sus vacantes. De seguir la tendencia podría poner en riesgo no sólo la viabilidad de los negocios, sino también la consecución de las inversiones comprometidas para la recepción de los fondos europeos”.
La sonrisa de esta familia se vuelve hacia su hijo mayor, cuando a pregunta del periodista Frederman responde con orgullo que “de mayor quiere ser Guardia Civil”. El órgano directivo del Ministerio de Justicia ha estimado en los últimos cuatro años casi nueve de cada diez resoluciones sobre declaración de nacionalidad española con valor de simple presunción de menores nacidos en España de mujeres colombianas.
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