Una mujer acude a una consulta médica y se entera de que la habían dado por muerta

Un fallo administrativo que ha provocado grandes contratiempos a la paciente, de 82 años y movilidad reducida

El hospital donde se ha producido el error administrativo.
03 de octubre de 2025 a las 08:57h

Lo que debía ser un simple seguimiento médico tras recibir el alta hospitalaria se convirtió en una situación insólita para una mujer de 82 años en Cantabria. La paciente había ingresado a principios de septiembre en el Hospital Valdecilla por una infección de celulitis y fue dada de alta el día 10. Días más tarde, durante una consulta para comprobar su evolución, recibió una noticia inesperada: constaba como fallecida en el sistema sanitario.

La propia doctora que la atendía le comunicó el error, según relató la familia. Un fallo administrativo que, además de la sorpresa y el malestar, generó graves contratiempos en su vida cotidiana. La mujer no pudo acceder a su cuenta bancaria, ya que la entidad bloqueó sus operaciones tras recibir la notificación de defunción, y tampoco tenía posibilidad de retirar los medicamentos al haber sido dada de baja en el sistema sanitario.

El hospital notificó por error su fallecimiento

El Hospital Valdecilla había comunicado a la Seguridad Social la supuesta defunción de la paciente el 16 de septiembre, apenas seis días después de darle el alta. A partir de ese momento, la mujer quedó atrapada en un limbo burocrático en el que, oficialmente, estaba muerta. Para demostrar lo contrario, tuvo que acudir a su banco con una fe de vida y gestionar de manera presencial que se reactivara su cuenta.

La hija de la afectada relató en declaraciones recogidas por El Diario Montañés que “mi madre se ha sentido como desaparecida del mapa”, denunciando que nadie del hospital se había puesto en contacto para ofrecer disculpas. La familia calificó la situación de “surrealista” y criticó que un centro de referencia como Valdecilla pudiera incurrir en un error de tal magnitud, que además recaía sobre una persona mayor y con movilidad reducida.

El episodio, más allá de lo anecdótico, ha puesto sobre la mesa las consecuencias reales que puede tener un error administrativo de este calibre en la vida de un paciente vulnerable. La imposibilidad de acceder a sus recursos económicos y a la medicación básica provocó días de incertidumbre y preocupación en la familia, que todavía espera una explicación formal por parte del hospital.

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Rubén Guerrero

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