Morante de la Puebla ha sorprendido al mundo del toreo con una despedida tan inesperada como simbólica. A las 19:37 de la tarde, el diestro sevillano se ha cortado la coleta en la plaza de Las Ventas, justo después de lograr su segunda Puerta Grande en Madrid, algo que nunca había conseguido en sus más de veinte años de alternativa.
El gesto, completamente sorpresa, llegó tras cortar dos orejas al cuarto toro en la corrida del Día de la Hispanidad, la última de la temporada en la plaza más importante. La escena dejó al público en silencio antes de estallar, mientras Morante se desatornillaba él mismo la castañeta, sin ceremonia previa ni anuncio alguno.
Horas antes, el torero había hecho historia también por otro motivo: torear dos veces en el mismo día en Las Ventas, algo inédito Por la mañana había organizado un festival en homenaje a Antoñete (Antonio Chenel), figura fundamental del toreo al que se dedicó un monumento inaugurado este fin de semana en la Puerta Grande. En el cartel participaron veteranos ya retirados, como Curro Vázquez, de 77 años, César Rincón, que reside en Sanlúcar, y Frascuelo, quien sustituyó a Julio Aparicio.
El festival ya era considerado un acontecimiento histórico, pero la tarde terminó elevando el día a leyenda. Con el público en pie y la Puerta Grande esperándole abierta, Morante selló su adiós sin previo aviso, en uno de los momentos más emocionantes que se recuerdan en la plaza madrileña.