El misterio de la muerte de Sandra Mozarowsky, presunta amante de Juan Carlos I, sigue sin resolverse casi 50 años después

La actriz, de 18 años y embarazada de cinco meses, perdió la vida de manera trágica. La ausencia de autopsia y la falta de explicaciones alimentaron un enigma que todavía sigue abierto

Una imagen actual de Juan Carlos I y una de la actriz Sandra Mozarowsky, fallecida en 1977.
10 de septiembre de 2025 a las 10:47h

El próximo 14 de septiembre se cumplen 48 años de la muerte en extrañas circunstancias de Sandra Mozarowsky, una joven actriz de 18 años que fue vinculada en su momento con Juan Carlos I. La intérprete, hija del diplomático ruso Boris Mozarowsky y de la española María del Rosario Ruiz de Frías, perdió la vida tras precipitarse desde el balcón de su casa en Madrid. Estaba embarazada de cinco meses y, pese a que el caso se archivó como un accidente doméstico, el relato oficial de que cayó mientras regaba las plantas siempre generó dudas. La ausencia de autopsia y la falta de explicaciones claras alimentaron un manto de misterio que sigue vigente casi medio siglo después.

La versión difundida entonces aseguraba que la joven se encontraba en la terraza de su vivienda regando las plantas cuando, por un descuido, perdió el equilibrio y cayó al vacío. Un taxista que presenció la escena fue quien dio la alerta y la trasladó al hospital, donde permaneció varios días en coma hasta su fallecimiento. Aunque esta explicación parecía coherente, nunca disipó las sospechas por el presunto vínculo que se atribuía entre la actriz y el monarca emérito.

Testimonios, silencios y versiones literarias

La familia Mozarowsky abandonó España tras la tragedia. Los padres de Sandra fallecieron tiempo después y su hermano, que trató sin éxito de reabrir el caso, reside actualmente entre Argentina y Paraguay. La hermana, instalada en Marbella, ha preferido siempre guardar silencio y no pronunciarse sobre lo ocurrido.

En 2018, la escritora Clara Usón publicó el libro El asesino tímido, donde cuestionaba la versión oficial de la caída accidental. En sus páginas señalaba que la actriz, pese a estar embarazada, se había declarado contraria al aborto y tenía la intención de continuar con la gestación. La autora sostenía que la ausencia de una autopsia pública y la opacidad institucional reforzaban la idea de que la muerte pudo haber sido algo más que un accidente.

El periodista Javier Breda, en su obra Su majestad Sandra Mozarowsky. La reina del cine español, también pone en duda la narración oficial. Afirma que existió presión para que la joven interrumpiera su embarazo y llegó a asegurar en una entrevista en el programa Y ahora Sonsoles que “se desplegó un operativo de gran magnitud”. Según Breda, Mozarowsky había tomado la decisión de seguir adelante con su bebé.

El trasfondo de estas versiones gira en torno a una sospecha reiterada: que el embarazo pudiera estar relacionado con una supuesta relación con Juan Carlos I. El biógrafo británico Andrew Morton, conocido por su trabajo sobre la princesa Diana, ha llegado a señalar la existencia de ese vínculo, aunque nunca fue reconocido por los protagonistas ni confirmado por la familia. Hasta hoy, el caso Mozarowsky mantiene abierto un interrogante histórico que sigue sin resolverse.

Sobre el autor

Rubén Guerrero

Ver biografía