Un perro de caza muerto, aún atado a una cadena, y 25 más moribundos, "en condiciones lamentables y de insalubridad": es lo que se ha encontrado la protectora cordobesa Galgos del Sur al acudir a una rehala en Hornacuelos (Córdoba) este pasado viernes.
La asociación Galgos del Sur acudió a las instalaciones junto al Seprona de la Guardia Civil, que realizó una inspección en el lugar, arrojando indicios suficientes para que los animales fueran decomisados.
Según expresa Javier Luna, cofundador de la asociación y presente durante el decomiso, los animales estaban "en las últimas" y muchos no se sostenían en pie. "El hedor era insoportable. Una nave oscura donde los perros estaban atados con cadenas rebozados de sus propios excrementos", relata.
Galgos del Sur se ha hecho cargo de doce de los 25 perros, mientras que otros tres han pasado a estar a cargo del Ayuntamiento de Hornachuelos, y diez, que contaban con microchip identificativo, han pasado a otros rehaleros.
Desde la asociación protectora explican que los perros se encontraban "caquéxicos, desnutridos, parasitados, con heridas, atados con cadenas y viviendo entre sus heces". Expresan también que todos los perros que han pasado a estar bajo su custodia están siendo atendidos y se encuentran ya recuperándose en las instalaciones de la asociación, para poder ser dados en adopción cuando estén listos para ello.
Luna señala la "terrible situación" que viven los perros de las rehalas, una situación que "no es aislada", sino "crónica", en sus palabras. Así, recrimina también a la Junta de Andalucía, a las diputaciones provinciales y a los ayuntamientos que "hagan la vista gorda" y "amparen el maltrato" de estos animales, aun conociendo "la crueldad a la que son sometidos los perros de caza".
El rehalero está siendo investigado, tras la inspección del Seprona, por un delito de maltrato animal.
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