La Coordinadora de Profesionales del Metal (CPM) denuncia que la "fuga masiva de operarios más expertos a ETT contratadas por Navantia", se debe a que a la empresa pública "le sale más económico que contratarlas a través de las habituales subcontratas y no necesitan de estas ni su maquinaria ni su gran tecnología". Desde CPM destacan que, estas contrataciones de Navantia, demuestran que "los trabajadores son totalmente válidos y no así las empresas".
"Esto demuestra lo que siempre hemos pedido a gritos: contrataciones directas, ni subcontratas ni ETT. La manera más lógica y económica es contratar a los trabajadores directamente por parte de Navantia y ahorrarse a los intermediarios", indica la Coordinadora a través de un comunicado.
Según CPM "la política de contracciones de Navantia, respecto a las ETT, no es un ataque a las contratas, es un ataque directo a los trabajadores". Ya que el no contratar directamente "precariza las condiciones de trabajo, discrimina y divide a la clase trabajadora entre personal de plantilla, personal de ETT y personal de contratas y fomenta la contratación a dedo y el enchufismo".
La Coordinadora denuncia que unos astilleros públicos no pueden “gastarse” el dinero que debiera ser para el trabajador "en intermediarios que jamás se mancharán las manos en los tanques de un buque". Por este motivo, exigen a Navantia que disponga de una plantilla propia y ajustada realmente a su capacidad de trabajo total y no utilice la eventualidad como excusa para ir destruyendo el empleo público poco a poco.
Ante la afirmación que hace la FEMCA, los empresarios del sector del metal, de que "no hay profesionales en la Bahía", la Coordinadora lanza la siguiente pregunta: "¿Hay empresarios profesionales en la Bahía?". "Es hora de que el sector empresarial de la provincia haga autocrítica y se pregunte ¿por qué una simple ETT es más valida que sus empresas?", insisten.
Para CPM, las subcontratas, en la mayoría de los casos, ni invierten ni han invertido económicamente en la formación de sus trabajadores. "Desde que un operario es contratado por una de estas empresas, se les saca rendimiento, y el aprendizaje de estos compañeros forma parte de los avatares diarios de la faena. La formación profesional de los trabajadores, cuando es necesaria, para poder seguir trabajando, corre a cargo del propio trabajador. Lo mismo ocurre con la formación a nivel de seguridad, sobre todo, para los trabajadores que no consiguen tener mucha continuidad en las empresas y se ven obligados a pagar de sus bolsillos cursos 'obligatorios para poder trabajar'. Muchas empresas piden como requisito indispensable para contratar el que los futuros contratados tengan estos cursos", critican.
E insisten, la marcha de profesionales del metal fuera de la Bahía, "se debe a la eventualidad del trabajo en nuestra provincia y a las cada vez más precarias condiciones de trabajo que sufrimos". Por último, recuerdan que "la manera de mantener a estos profesionales es, además de mejorar las condiciones de trabajo, gestionar la contratación: crear bolsas de trabajo, repartir la carga de trabajo 'inteligentemente' y no echando horas extras infinitas, hacer un censo de trabajadores (soldadores pintores, mecánicos.....) y apostar por un plan de formación".
Comentarios