El Consejo de Ministros de Italia decidirá mediante decreto este miércoles el cierre total hasta final de la Semana Santa. Las nuevas medidas, que entrarán en vigor este próximo sábado, durarán hasta el 18 de abril. Pese a que los datos en el país transalpino son mejores que la semana pasada y hace ya unos días que el número de contagios va reduciéndose, el fin de la cuarentena aún queda muy lejos. Aun cuando las medidas excepcionales decretadas por el Ejecutivo italiano lleguen a su fin, la vuelta a la normalidad no será inmediata.
Italia no permitirá pasear, ni abrir sus bares y restaurantes al menos hasta el próximo mes de mayo. De la misma forma, las tiendas de ropa o los centros de estética, serán de los últimos negocios en volver a abrir. Por el momento, las medidas más restrictivas se mantendrán toda la Semana Santa, tal y como ha asegurado el ministro de Sanidad, Roberto Speranza: "En la reunión del comité técnico se ha valorado prorrogar todas las medidas de confinamiento al menos hasta Semana Santa. Lo que decida el Gobierno irá en esa dirección".
No obstante, la reapertura de la industria y de actividades empresariales, podrá ser posible una vez pasada la pascua siempre cumpliendo con los protocolos pertinentes. Según el viceministro de Sanidad, Pierpaolo Sileri, "el pico de la enfermedad se alcanzará en siete o diez días". El objetivo es llegar a un número de contagios no superior al 0,8%, lo cual podría llegar según sus estimaciones en dos o tres semanas. Hasta entonces, es probable que no se plantee la posibilidad de cambiar ninguna de las restrictivas medidas que han paralizado todo el país. Cuando se produzca, será igualmente obligatorio mantener la distancia entre los clientes para evitar nuevos contagios. De hecho, alertan, podría volver a haber un rebrote del Covid-19 en el caso de no extremar las precauciones, por lo que consideran muy importante que la vuelta a la vida cotidiana sea gradual.