El Corte Inglés ha aceptado reparar sin coste adicional la bicicleta estática de un usuario de Puerto Real tras la intervención de Facua Cádiz. La reparación se debía a la pantalla del aparato, que dejó de funcionar casi dos años después de la compra.
Juan Manuel, propietario de la bicicleta Bicicleta Indoor Stone de la marca Salter, adquirió el equipo en enero de 2023 por 499 euros. En diciembre de 2024, la pantalla, que registraba datos de ejercicios como kilómetros, velocidad y pulso, dejó de funcionar de manera repentina sin que existiera un mal uso del aparato.
Al reclamar la reparación amparándose en la garantía de tres años, el servicio técnico de Salter indicó que la pantalla era una "pieza de desgaste" y que solo disponía de un año de cobertura. Además, envió un presupuesto de 78 euros para su arreglo, sin explicar en qué consistía esa calificación ni en qué normativa se apoyaban.
Ante esta negativa, Juan Manuel recurrió a Facua Cádiz para exigir que la garantía se cumpliera de forma íntegra. La asociación recordó a El Corte Inglés que, según el artículo 120 del Real Decreto Legislativo 1/2007, todos los productos nuevos disponen de tres años de garantía y que cualquier reparación durante ese período debe ser gratuita.
Denuncia ante el Servicio de Consumo de la Junta de Andalucía
La normativa establece que la reparación debe cubrir todos los gastos necesarios, incluidos transporte, mano de obra y materiales, sin que el consumidor deba asumir coste alguno. Facua presentó además una denuncia ante el Servicio de Consumo de la Junta de Andalucía y solicitó la intervención de la Junta Arbitral de Consumo de Cádiz para conseguir un laudo que obligara a las empresas a reparar la bicicleta sin coste alguno.
Tras recibir la solicitud de arbitraje, El Corte Inglés se puso en contacto con Juan Manuel para informarle de que había acordado con el servicio técnico de Salter recoger la bicicleta y reparar la pantalla de forma gratuita, cumpliendo así con la garantía legal.
El incidente también evidencia la confusión que puede generar la clasificación de "pieza de desgaste" y subraya la necesidad de que los fabricantes y distribuidores cumplan estrictamente con la legislación vigente sobre garantías, evitando cobros indebidos a los clientes.
