La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, presente en 55 países del mundo con unos 400 centros sociosanitarios, regenta y explota en Jerez desde hace casi cien años el que ahora se conoce como Hospital San Juan Grande y que muchos aún conocen como el sanatorio de Santa Rosalía. La institución, una de las empresas privadas que más empleados tiene en la ciudad —254 según el último censo—, vive tiempos convulsos de unos años a esta parte, según denuncian fuentes sindicales en el centro.
"Esto ha pasado de ser un hospital a convertirse en un conjunto de servicios deslavazados", lamentan desde CCOO, central mayoritaria en unas instalaciones que en los últimos ocho años han visto desfilar a cuatro directores médicos, cuatro gerentes y tres responsables de recursos humanos. El coronavirus ha sido la gota que ha hecho "insostenible" la situación para buena parte de la plantilla. "Llevo 15 años trabajando en el Hospital San Juan Grande, pero lo que estamos viendo ahora no se ha visto nunca, yo esto no lo he vivido nunca", denuncia a lavozdelsur.es Raúl Pérez, presidente del comité de empresa.
Buena parte de la plantilla de este centro con concierto con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) de la Junta de Andalucía, explica, ha estado dando la cara en la lucha contra el covid, "incluso con compañeros contagiados en el centro de trabajo", pero otro personal de la amplísima cartera de servicios que ofrece el centro, como el área quirúrgica, ha permanecido en sus casas confinados. Entre otras cosas, ahora la empresa pretende que renuncien a sus vacaciones, o a parte del sueldo, para restituir esas horas no trabajadas. "No hemos estado en la playa, hemos estado confinados, y hemos estado disponibles 24 horas si había necesidades; y si la empresa no se acogió al ERTE, que es por fuerza mayor, se supone que es porque tiene dinero y puede dar la cara", denuncia Pérez a este medio.
"Siempre están con la misma historia —abunda—, de que esto va mal, pero el patrimonio que tiene la orden es incalculable. En este centro es una constante esa cultura de que las cosas van mal y al final siempre hay resultados positivos. Con el tema del covid alegan que hay problemas económicos, la misma historia de todos los años pero con la excusa perfecta. Esa canción la conocemos y entendemos que habrá circunstancias que hayan afectado, pero tampoco entendemos por qué no se han acogido a los ERTE. Y sobre todo, tienen que entender que unos años se gana, como todos los años, y otros no se gana pero tampoco se pierde. Evidentemente, lo que no puede ser es que siempre paguemos el pato los trabajadores".
"Hemos intentado negociar parte de las horas, pero no todas, y se niegan en rotundo. O quitan vacaciones o del sueldo, es quitar y quitar", asegura el representante de los trabajadores, que afirma que, salvo el Hospital de la Salud de Cádiz, ninguna empresa del sector se ha querido a acoger al ERTE "se supone que por imagen". Dejando claro que en cuestión de protección individual de los trabajadores y medios no hay nada que objetarle a la empresa, desde la representación sindical no entienden bien qué está ocurriendo en lo que consideran "un barco sin timón". En este sentido, el comité de empresa del Hospital Juan Grande muestra su preocupación por el continuo cambio en la dirección del centro, "cada uno de los cuales ha ido cometiendo errores que perjudican la imagen y la calidad del servicio prestado en el hospital". "O los echan, o les abren la puerta para que se vayan, pero al final el perjudicado es el hospital y sus trabajadores", lamenta Pérez.
Del mismo modo, el comité denuncia que el hospital ha externalizado servicios rentables como el de Radiología a la empresa Dadisa y que ha despedido a la inmensa mayoría de médicos de plantilla del hospital y los servicios han pasado a estar atendidos por médicos externos con contrato mercantil. Aparte de preparar movilizaciones, "llegaremos hasta donde haya que llegar", estudiará la posibilidad de denunciar fraude en la relación laboral.
Y es que, señalan desde la representación de los trabajadores, "los servicios de anestesia, consultas, plantas de hospitalización, quirófanos, UCI, urgencias están siendo atendidos por médicos externos a los que apoyan enfermeros y auxiliares contratados por el hospital, lo que podría constituir un nuevo fraude por cesión ilegal de trabajadores". Este extremo piensan trasladarlo al SAS, ya que "en el pliego de condiciones sólo constan dos entidades, el SAS y el Hospital Juan Grande, por lo que pondrán en conocimiento de la Consejería la situación por lo que podría constituir una subcontrata de los servicios".
Los trabajadores y trabajadoras del hospital en asamblea convocada por el comité trasladaron el malestar y decepción que han sentido por la falta de sensibilidad y apoyo por parte de la dirección que, en lugar de agradecerles la dedicación, el esfuerzo y la implicación en la atención a los usuarios del hospital, les ha comunicado que "a partir de ahora están en deuda con el hospital y que tendrán que estar disponibles para realizar horas extra por las horas en que, por falta de trabajo, pasaron a estar disponibles para la cobertura de las necesidades del hospital 24 horas al día durante toda la pandemia".
El incumplimiento de convenio, según denuncian, no queda ahí, pues el comité tiene registradas varias reclamaciones ante la Inspección de Trabajo por no presentar la Dirección del Hospital una cartelera anual como así exige el convenio de aplicación, al igual que otras cuestiones demandadas reiteradamente por la representación legal de los trabajadores y que no han sido atendidas en ninguna de ellas por la dirección de este centro. En este ambiente de “sobrecargas de trabajo y de presión psicológica”, afirma Pérez, hace que "la rotación de personal sea constante, que se hayan ido perdiendo trabajadores experimentados, vocacionales e implicados, que al final han decidido, muy a su pesar, renunciar a su puesto de trabajo. Esta rotación lleva implícita la pérdida de calidad en la asistencia". "Nosotros somos el motor del hospital, pero la imagen son ellos las que la venden, y esos constantes cambios desde luego no se ve favorecida, así que vamos a llegar hasta donde haya que llegar", añade el presidente del comité.
Para redondear este cúmulo de despropósitos, denuncia, "recientemente la empresa había intentado evitar el trabajo del comité de empresa a base de interferir en las elecciones sindicales. Presionando a los trabajadores, se presentó una candidatura para el comité de empresa en la que estaban incluidos la responsable de recursos humanos, el secretario de dirección, la responsable de la obra social, todos ellos anteriormente en el equipo de dirección. Afortunadamente, el juzgado anuló esta candidatura y el comité puede seguir en sus funciones de defender a los trabajadores y trabajadoras, y velando por el cumplimiento de la legalidad en el hospital".
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