La campaña Tírate con cabeza ha nacido con el objetivo de concienciar y sensibilizar sobre los riesgos que provocan los saltos incorrectos en el agua, de forma que se puedan prevenir y reducir las secuelas y lesiones irreversible que puedan originar este tipo de acciones. La asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades físicas (Aspaym) Cádiz ha elegido Piscinas Jerez un año más para llevar a cabo la charla de concienciación, que en esta ocasión ha ido dirigida a un grupo de menores que participaban en un campamento de verano en estas piscinas.
María Gil, trabajadora social, ha sido la encargada de poner a los más pequeños en contexto e informarles de cuáles son los consejos que deben tomar antes de lanzarse al agua. Ha contado con la participación de Francisco Zuasti, ex presidente de la asociación y experto en accesibilidad, quien ha hecho ver a los pequeños cómo hacer de nuestro salto un disfrute y no un suceso irreversible, llevando incluso a la muerte por ahogamiento.
“Las zambullidas son la causa del 6% de las lesiones medulares en España, y se producen al golpear la cabeza contra el fondo, contra objetos, contra la superficie del agua u otras personas cuando nos lanzamos al agua”, ha comentado María Gil. Es por eso que, para prevenir estas lesiones, Cruz Roja nos aconseja seguir estos tres pasos, denominados Conducta AVA: advertir del riesgo; valorar los posibles peligros; y adoptar una actitud segura.
También aconsejan desde Aspaym que antes de lanzarnos al agua se compruebe la profundidad o nivel del mar, y si es tu primera vez saltando desde ese lugar, es aconsejable hacerlo siempre de pie. Uno de los saltos que más lesiones medulares ocasiona es el salto de cabeza. Desde la asociación instan a hacerlo con los brazos extendidos delante de nosotros de manera que podamos proteger el cuello y la cabeza.
“El agua es muy dura, y a veces no vemos el peligro que puede tener una práctica irresponsable en ella”, ha señalado Zuasti. Es necesario también tomar precauciones extras en playas, ríos, pantanos y embalses, donde el agua suele ser turbia e impide ver el fondo, y el oleaje o las mareas pueden cambiar su profundidad.
150 menores han fallecido en España ahogados en estos espacios desde 2014, siendo Andalucía, Cataluña, y Comunidad Valenciana las comunidades que ha registrado un mayor número de decesos, según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA), elaborado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. También, según este informe, mayo se convierte en el mes con más muertes por ahogamientos en espacios acuáticos españoles.
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