Los jóvenes que quieren alumbrar las canteras olvidadas de la Sierra de San Cristóbal

El investigador Ignacio Rivas y el abogado Jaime Cano constituyen una asociación que pronto estará aprobada oficialmente para divulgar este enclave y poder transmitir a las administraciones la importancia de su recuperación

Nacho Rivas en una de las canteras olvidadas bajo la sierra de San Cristóbal.

Inscripciones, símbolos, fechas o apellidos perduran en el tiempo grabados en la piedra arenisca calcárea visible bajo la Sierra de San Cristóbal. Los pasadizos artificiales ocultos entre escombros y maleza despiertan el interés de muchas personas que han oído hablar de ellas. Unas 40 canteras que en otra época daban refugio a drogadictos y servían de vertedero para incívicos piden a gritos un rescate en toda regla. Hay quien tiene ojos para ellas y ha querido implicarse en que no queden abandonadas a su suerte.

En octubre de 2021 el salmantino Ignacio Rivas, joven investigador de 30 años, creó una cuenta en Instagram para compartir los rincones de estas catedrales subterráneas dignas de leyendas.

Embelesado por los túneles, algunos con una altura de más de 20 metros, con frecuencia capta detalles que encuentra en estas canteras ligadas al auge comercial marítimo durante los siglos XVII, XVIII y XIX.  “Mucha gente me ha pedido ir a conocerlas y otra ha agradecido lo que hago y me anima a seguir con ello”, comenta el investigador que realiza su tesis de Ciencias del Mar.

Inscripciones en la cantera de San Francisco de Asís. MANU GARCÍA

Pero Ignacio, afincado en Cádiz desde hace seis años, ha querido dar un paso más para divulgar el enclave que miran de cerca 320 seguidores. Un día llevó a su amigo a verlas y, hablando con él, se les ocurrió constituir una asociación. “Me dijo que era espectacular y que teníamos que hacer algo para tratar de avanzar en la forma de darlas a conocer”, explica.

Así, el abogado gaditano Jaime Cano, de 30 años, y él se pusieron manos a la obra motivados por la riqueza y belleza de las conocidas popularmente como cuevas. “Queremos darlas a conocer y, al existir una asociación, podremos llegar, por ejemplo, a que nos atienda una administración, algo que no podemos solo con Instagram”, detalla.

La asociación de las cuevas canteras de la Sierra de San Cristóbal ya está constituida por lo que en unos días se dará de alta. “Los estatutos están escritos, pero todavía queda que nos la aprueban”, señala uno de sus fundadores.

Interior de una de las canteras. MANU GARCÍA

Mientras tanto ya piensan en las actividades que buscan promover a través de ella. Su objetivo principal es que no caigan en el olvido. “Pensamos que hay que hacer una presión en las administraciones y decirles, oye, aquí hay gente preocupada por ellas, tomáoslo en serio”, expresa Ignacio que lamenta el estado en el que se encuentran algunas.

A ellos les encantaría poder organizar eventos como conciertos y visitas guiadas además de favorecer a su estudio histórico. Según el salmantino, quieren “intentar buscar financiación pública y o privada que pueda arreglarlas”.

De momento, formar parte de la asociación no conllevará ninguna cuota con el fin de recabar el mayor apoyo posible. Ignacio explica que la idea ha engatusado a gente joven -menos de 30 años- que quiere contribuir a poner en valor el patrimonio cultural, independientemente de que su localidad no corresponda con la ubicación de las canteras – en término municipal portuense.

Túneles bajo la sierra de San Cristóbal en El Puerto. MANU GARCÍA

Las personas de la Junta Directiva proceden de San Fernando, El Puerto, Jerez y Cádiz y se dedican a distintas profesiones como la abogacía, la ingeniería, la arquitectura o la enseñanza. Con ilusión y ganas de que se incrementen las actividades en esta zona, los jóvenes pretenden comenzar una nueva aventura.

Si todo va sobre ruedas, el próximo 24 de abril tiene prevista su primera actividad pública que consistirá en una visita guiada por una de las canteras de fácil acceso.

Una nueva iniciativa que nace para seguir descubriendo esas cavidades en las que trabajaron cientos de canteros para extraer las piedras que hoy sostienen la Catedral de Sevilla o las casas palacio de la zona. Cuidar la historia para que nadie se la pierda.

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