"El titular me destrozó. Ha sido un daño económico, moral y psicológico", expresa Juan José Fernández Tamayo, hermano mayor de la hermandad de Humildad y Paciencia. Después de que lavozdelsur.es publicase una noticia en la que María Peña, expropietaria de la casa que hoy todavía es la sede de la hermandad jerezana y que le fue embargada por el BBVA en julio de 2018, denunció que Humildad y Paciencia dejó de pagarle el alquiler a partir de mayo de 2017, Fernández Tamayo ha tenido que ir dando explicaciones a hermanos, instituciones, hermandades trinitarias..., que ha supuesto que la noticia trascienda el ámbito cofrade e incluso las fronteras del municipio jerezano.
"Nosotros nunca hemos dejado de pagar", asegura el hermano mayor de la hermandad ubicada en la plaza de las Angustias. Según explica su abogado, con documentos en mano, el contrato se inicia en 2012 y termina en 2013. No obstante, "se prorroga tácitamente durante todos estos años y por tanto el mismo se mantiene en vigor". ¿Qué ocurre? La propiedad, emplazada en el número 19 de la calle Medina, sufrió una inundación en mayo de 2017 y un incendio un mes después, consecuencia de ello se produjeron numerosos daños en la finca y en diversos enseres de la hermandad, afectando el humo del incendio a unas 50 túnicas, faldones del paso y ropa de los acólitos, y que obligaron a la cofradía jerezana a desembolsar el importe de la limpieza del humo impregnado en todos ellos.
Al parecer María no tenía asegurado el inmueble y tampoco se hizo cargo de afrontar las obligaciones inherentes a su condición de propietaria, por ello la hermandad se vio obligada a abandonar el local durante nueve meses, que además fue precintado con todos sus enseres dentro y tuvo que afrontar los gastos de rehabilitación del espacio en ambas ocasiones. Es entonces, como sostiene Fernández Tamayo y el letrado, cuando el pago de los recibos de arrendamiento se efectúan por compensación, ya que estaban afrontando los costes de la reforma del inmueble.
"Mi preocupación era que aquello se rehabilitara para poder sacar mis cosas; lo he peleado a los de Urbanismo para poder sacar mis pasos. Y me he llevado meses sin dormir desde el incendio", manifiesta el jerezano, hermano mayor de Humildad y Paciencia desde 2015. Desmienten que la entidad haya estado de okupa en la entonces propiedad de María, puesto que ostentan la condición de arrendatarios en virtud del contrato de alquiler que estaba vigente, con independencia que los pagos se realizaran en efectivo o mediante compensación al correr con los gastos de la reconstrucción del local, no poder disfrutar del mismo, costear los informes técnicos de arquitectos para levantar el precinto del local y realizar las gestiones que no le correspondían ante la administración pública.
"No somos okupas, hemos estado nueve meses fuera de la casa de la hermandad tras el incendio". Es más, demuestran que una vez que el banco le embarga la propiedad a María (julio de 2018), el BBVA y la hermandad han llegado a un acuerdo ante el juzgado por el que deberán abandonar el local el próximo 31 de julio, sin que la hermandad deba tampoco nada al nuevo propietario.
Pero "sobre todo estamos dolidos con el medio", destaca el jerezano, Para Fernández Tamayo lavozdelsur.es actuó con "mala fe, buscando hacer el mayor daño posible a la hermandad y en particular a su persona, publicando la noticia con las mentiras y el día en que más daño se le puede hacer a la entidad". No obstante, este medio se puso en contacto con él en el mismo día de la entrevista a María para conocer su versión; siendo circunstancial que la hermandad procesionara en la misma fecha, el pasado Martes Santo. En este sentido, Fernández Tamayo emplazó a este medio para el lunes 22 de abril, ya que recibió la llamada a las 14:26 horas del Martes Santo, pocas horas antes de su salida procesional y era imposible atender con la debida atención, detalle pormenorizado y documentación necesaria el asunto. Sin embargo, este medio no pudo ajustarse a su petición, la noticia debía salir en la noche del Martes Santo.
Por otro lado, el jerezano también rechaza que acusase de morosa a María Peña en el artículo de Diario de Jerez al decir que se iban de la que entonces era la sede de la hermandad porque “se trata de un grave problema en el que nos hemos visto envueltos sin que tengamos responsabilidad alguna. Nosotros estamos al día en los pagos y compromisos contraídos con la propiedad a través del contrato de alquiler”. Finalmente, también quieren dejar claro que "nadie de la hermandad, ni la institución, ha maltratado a María, ya que según ellos el titular "El calvario de María, embargada por el maltrato y por los impagos de una hermandad jerezana", induce claramente a error.
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