La historia de Malick, el niño senegalés que construyó un telescopio para tocar las estrellas

El pequeño, inspirado por el libro 'Todo el universo', empezó a construir su propio instrumento de forma casera para poder ver las estrellas

La historia de Malick, el niño senegalés que construyó un telescopio para tocar las estrellas
La historia de Malick, el niño senegalés que construyó un telescopio para tocar las estrellas

Malick Ndiaye es un pequeño senegalés que sin saber leer ya se perdía el entre las páginas de astronomía. Su pasión por las estrellas y los planetas siguió creciendo hasta que a sus 13 años fabricó con sus propias manos un telescopio con las gafas de su padre, la lente de una cámara, alambre, latas y caña. El País, recoge esta conmovedora historia del pequeño Malick, cuya astucia ha facilitado que pueda “contemplar bien Júpiter y hasta los anillos de Saturno”.

El interés le vino de su padre, chófer personal de Abdou Diouf, expresidente de Senegal, que a la vez que su trabajo como conductor era otro enamorado de todo lo relacionado con la astronomía. Cuando se jubiló el político le regaló varios libros, uno de ellos Todo el Universo, que el agradecido chófer se llevó a su casa como un tesoro, cuenta Planeta Futuro. Treinta años más tarde, esas ajadas páginas fueron la inspiración de un niño que heredó el ansia de saber de su anciano padre y que aprendió de él su pasión por el bricolaje, el milagro de crear con lo que haya a mano.

Tardó dos semanas en construir el telescopio. “Cuando enfoqué al cielo nocturno y vi los detalles de la superficie de la luna me pareció que podía tocarla con la mano”, cuenta al periodista José Naranjo.  “Un día estaba en la puerta de casa y pasó un hombre que trabajaba en la obra de la carretera. Me preguntó si era algo de topografía y le dije que no, que era un telescopio que me había fabricado yo mismo”, narra. Le hizo fotos y su historia se hizo viral por redes sociales.  

La difusión de su historia llegó hasta el profesor Maram Kaire, presidente de la Asociación Senegalesa para la Promoción de la Astronomía (ASPA): “Cuando pude ver el vídeo me recordó a mí mismo cuando era chaval y pensé en todos los esfuerzos que hacemos para divulgar esta ciencia”. No dudé en reaccionar porque sé lo difícil que es contemplar las estrellas sin un instrumento adecuado, tener una pasión y no poder desarrollarla”, asegura el científico.

 “Hablé con la madre de Malick y le ofrecí un telescopio con el desafío de que él tenía que construir el trípode. Tardó una semana en fabricarlo con maderas y ya lo tiene en casa”, asegura el científico al mismo medio.

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