Un agente de la Guardia Civil ha resultado herido este sábado por la tarde en el perímetro fronterizo de Ceuta tras ser atacado con un garfio artesanal por un migrante que acababa de saltar la doble valla que separa la ciudad autónoma de Marruecos. El suceso se ha producido en una jornada marcada por una intensa presión migratoria, con numerosos intentos de entrada tanto por mar como por tierra.
Según ha informado un portavoz del instituto armado a EFE, el incidente tuvo lugar cuando los agentes se desplazaron a una zona intermedia del vallado, de unos diez metros de altura, para localizar a un grupo de personas que había logrado franquear la frontera. Durante el operativo, uno de los migrantes, que se encontraba oculto entre la maleza ya en suelo español, comenzó a atacar a los agentes utilizando un garfio fabricado de forma artesanal.
El ataque alcanzó a uno de los guardias civiles, que sufrió heridas en un brazo, lo que obligó a su traslado a un centro médico para evaluar el alcance de las lesiones. El migrante, de origen subsahariano, fue detenido tras el suceso.
La AUGC denuncia un “intento de homicidio” y falta de medios
La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha calificado el ataque como un “intento de homicidio” y ha denunciado la gravedad de lo ocurrido en una jornada que ha definido como “intensa y peligrosa” para los agentes desplegados en la frontera.
“Lo que ha ocurrido es gravísimo ya que un guardia civil ha sido atacado salvajemente por un migrante armado con un garfio, el ataque iba dirigido directamente a su cabeza y podría haber sido una tragedia irreversible, pero finalmente se produjo una herida profunda en el brazo”, ha señalado la AUGC en un comunicado.
La organización profesional ha denunciado además “la absoluta inferioridad numérica y de medios” con la que, a su juicio, trabajan los agentes, alertando de que “la violencia contra los guardias civiles escala con armas lesivas mientras Interior sigue negándonos la protección que merecemos”.
Una jornada marcada por la presión migratoria en la frontera
Durante la jornada de este sábado, al menos una veintena de migrantes han logrado entrar ilegalmente en Ceuta, principalmente a nado, lanzándose al agua desde puntos cercanos de la costa marroquí. Paralelamente, otro grupo de unos 40 migrantes subsaharianos intentó acceder a la ciudad saltando la doble valla fronteriza.
De este último grupo, una docena consiguió entrar y se dirigió posteriormente al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Según las fuentes, los migrantes procedían de países como Sudán, Guinea, Mali y Burkina Faso.
La Guardia Civil ha explicado que estos intentos de entrada podrían estar relacionados con la borrasca Emilia, ya que los migrantes interpretan que las condiciones meteorológicas adversas provocan una mayor concentración de efectivos policiales y facilitan los intentos de acceso.
No obstante, la Gendarmería marroquí ha colaborado con las autoridades españolas para evitar nuevas entradas, tanto por vía marítima como a través del vallado fronterizo, en una jornada especialmente tensa en la frontera sur.