Más de 1.000 personas, según las cifras ofrecidas por la subdelegación del Gobierno en Sevilla, han marchado este jueves por la capital hispalense para celebrar un nuevo 1 de mayo, Día del Trabajador, y reivindicar los derechos que quedan por conquistar. Una manifestación en la que se han visto a los principales representantes sindicales de la comunidad y también a rostros relevantes de la política nacional como María Jesús Montero o Antonio Maíllo.
Los líderes de las dos patas que sostienen al Gobierno de España (PSOE y Sumar) han compartido pancarta con Oskar Martín y Nuria López, ambos reelegidos recientemente en UGT y CCOO respectivamente, en plena pugna con los empresarios por la reducción de la jornada laboral que el Consejo de Ministros aprobará este martes pero que, posteriormente, tendrá que pasar por el Congreso de los Diputados. Un trámite que no parece sencillo dada la composición de las Cortes Generales. Sobre todo si el acuerdo no lleva la firma de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales.
Tras una pugna importante con Yolanda Díaz, finalmente el PSOE ha asumido la reducción de la jornada laboral. María José Montero, que más que como vicepresidenta del Gobierno ha acudido como líder de la oposición, ha señalado que "vamos a impulsar una reducción de jornada que creemos que puede ser histórica".
En este sentido, la dirigente socialista ha mostrado su confianza en "contar con todos los grupos políticos" en el respaldo a la reducción de la jornada laboral porque, ha dicho, "después de tantos años ha llegado también la hora de reducir la jornada laboral y de que los trabajadores, además de trabajar, puedan disfrutar de su familia, de su tiempo y en definitiva de su ocio".
Por su parte, Maíllo ha señalado que "hay muchas razones para movilizarse". "Sin paz no hay derechos sociales, no hay vivienda, no hay derecho a la salud ni a la educación. Este 1 de Mayo adquiere una relevancia cuando el Gobierno de Trump impone una guerra comercial y una escalada bélica que va contra los intereses de la adquisición de los derechos de los trabajadores", ha asegurado.
El líder de UGT, Oskar Martín, ha reivindicado el papel de los sindicatos en un momento de especial tensión con Juanma Moreno y la Junta de Andalucía. Martín ha subrayado que también es una jornada para poner en valor "los logros contemporáneos, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o el avance hacia la reducción de la jornada laboral". En esta línea, Martín ha insistido en que uno de los principales objetivos actuales del sindicato es continuar reduciendo la jornada laboral, proponiendo pasar de las 37 horas y medias a 32 horas semanales en los convenios colectivos.
Además, ha llamado la atención sobre la siniestralidad laboral, señalando que en lo que va de 2025 ya se han registrado 28 fallecimientos en el trabajo en Andalucía. Ante estos datos, ha reclamado a la Administración "más recursos para legislar", y a los empresarios, que "adopten las medidas de prevención necesarias y proporcionen la formación oportuna para evitar accidentes laborales que, en muchos casos, son evitables".
Nuria López ha reclamado al Gobierno que "le eche valor y reactive la Agenda Laboral y Social porque el acuerdo de Reducción de la Jornada debe ser ya una realidad". Además, ha indicado que "queda pendiente modificar el despido, la regulación del contrato a tiempo parcial; la protección y el control de los fijos-discontinuos; seguir consolidando el acuerdo de pensiones; dar carpetazo a la ley mordaza y una reforma fiscal que permita tener un nuevo sistema de financiación autonómica".
Asimismo, López ha pedido la Junta que "despliegue toda su capacidad de autogobierno y atienda los problemas de los andaluces, comenzando por el cumplimiento con los trabajadores". Así, ha reclamado la activación del Pacto por el Impulso Social y Económico, especialmente en sanidad y contratación pública, al tiempo que ha instado a impulsar políticas que garanticen el derecho a la vivienda, con especial atención a la juventud.
