Gabriel Barroso tiene 48 años y un grado de dependencia de más de un 90%, como resultado de la discapacidad con la que nació. Depende por completo de otras personas para su día a día. No puede moverse, ni hablar. Así lo cuenta su hermano, Pedro Barroso, alcalde además de Torre Alháquime por el PSOE: "Respira por una traqueotomía y come por una sonda nasogástrica. Hay que estar pendiente de él las 24 horas, porque hay que aspirarle sus mucosidades, para que no se ahogue". Pedro ha denunciado a través de redes sociales la situación que vive la familia: a Gabriel le han retirado la pensión no contributiva a raíz de un producto financiero que sus padres contrataron para asegurar los cuidados de su hijo si ellos faltaban el día de mañana.
"Mi padre y mi madre, trabajadores agrarios eventuales, con el sudor de su frente, personas honradas, durante 25 años han estado pagándole un seguro de vida, un producto para que su hijo, el día de mañana, cuando ellos fueran mayores, porque tienen 78 y 88 años, tuviera una atención digna para el estado que se encuentra mi hermano", explica Pedro a lavozdelsur.es. Cuenta que, el pasado mes de enero, recibieron una carta de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía en la que se les notificaba la retirada de la pensión no contributiva por invalidez, de algo más de 700 euros, durante un año. Además, se le emplazaba a devolver 2.002 euros por cobro indebido y a pagar el 40% de sus medicamentos. Gabriel ya ha dejado de recibir esa pensión, según explica su hermano.
Sí continúa percibiendo la prestación por dependencia y otra ayuda por teleasistencia, prestaciones estatales que se gestionan a través de dicha Consejería, según confirma la Junta de Andalucía, aunque el proceso lo detecta automáticamente el Ministerio de Hacienda. Pedro añade que la cuantía no llega a los 500 euros.
Gabriel tiene medicación crónica y necesita además otros recursos como pañales, bolsa de orina, cremas determinadas... de los que tiene que pagar el 40%
"El dinero que ha recibido mi hermano, que es una auténtica miseria a la vera de los grandes sueldos, no lo quiere para irse de vacaciones, no lo quiere para comprarse un coche, lo quiere para contratar a alguna persona que lo cuide 24 horas al día, porque mis padres son mayores y yo soy el único hermano que tiene", explica Pedro. Para él, "esto es como un terrorismo de despacho, porque se vulnera la Constitución, se vulneran los derechos no solo de mi hermano, de todos los grandes dependientes". Pedro Barroso se refiere al artículo 49 de la Constitución, que establece que "los poderes públicos impulsarán las políticas que garanticen la plena autonomía personal y la inclusión social de las personas con discapacidad".
"No tienen bastante, que a un enfermo crónico le hacen pagar el 40% de su medicación, cuando mi hermano tiene una medicación crónica y necesita pañales, bolsa de orina, necesita unas toallitas para el cuello porque tiene una traqueotomía, unas cremas para la cánula de plata… Una serie de cuestiones que le hacen perder calidad de vida, solo porque sus grandes padres, luchadores de él toda la vida, le han pagado un seguro de vida, y ahora la administración le quita los poquitos recursos de los 700 euros que le da", explica Pedro.
Reclama que desde todas las administraciones "se estudie y se cambie la baremación, que hay muchas personas que lo están pasando muy mal por este baremo, que se hace desde un despacho sin conocer siquiera a esas personas, que son números para ellos, pero no son números, son seres humanos".
Desde que llegó la carta, cuenta que están cuidándolo ellos como pueden. "Luchamos por él, como siempre hemos luchado, y vamos a seguir luchando. A mi hermano nunca le va a faltar nada mientras tenga a su hermano y a sus padres", apunta.



