Frederic, el trotamundos de 78 años que pide ayuda para seguir pedaleando "hasta que el cuerpo aguante"

Un catalán apodado 'El Loco' se encuentra en Cádiz tras sufrir un accidente y perder la cartera y el móvil, por lo que apela a la solidaridad ciudadana para contactar con su familia y poder reemprender su camino

Frederic Barnet, con su bicicleta, en una imagen de archivo.

Frederic Barnet lleva años recorriendo el mundo en bicicleta. Hace unos días, tras un accidente en Vejer, le robaron la cartera y el móvil, por lo que ahora no tiene dinero ni forma de contactar con su familia. Ahora se encuentra en Cádiz, con el hombro lesionado, pidiendo ayuda para poder arreglar su bici y volver a pedalear.

Frederic, apodado El Loco, duerme en el albergue de los Caballeros Hospitalarios, como relata Diario de Cádiz, y come gracias a la solidaridad de diversos comedores sociales de la ciudad. Su idea es conseguir algo de dinero para poder arreglar su bicicleta, ponerse en contacto con su familia y seguir pedaleando. Este catalán, de la localidad barcelonesa de Canet de Mar, tiene 78 años y lleva desde 2011 recorriendo mundo en su bicicleta.

"Mi mujer no me dijo nada, pero mis hijos si me dijeron que estaba loco, de ahí mi apodo", cuenta Frederic a Diario de Cádiz, recordando cómo tomó la decisión de convertirse en un trotamundos. "Ella no quería tener a su lado a nadie que no fuera feliz así que me dio un abrazo y me dejó marchar", relata. Desde entonces ha pasado por 84 países, acumulando todo tipo de experiencias. "Mientras dormía en una tienda de campaña en pleno campo cerca del estado de Guajaca, al sur de México, tres tipos llegaron me rajaron la lona de la tienda y me sacaron de ellas por los pies; me pusieron un machete en el cuello y me robaron todo lo que llevaba. Ahí pensé que me cortaban el cuello y que ahí terminaba la historia del trotamundos Frederic".

Hace unos meses, en Galicia, se desvaneció de la bicicleta y los médicos le detectaron un problema de corazón, por el que estuvo ingresado en un hospital durante unos días, pero no esperó que le dieran el alta para salir de nuevo a la carretera, con destino a Sudáfrica. Mucho antes de llegar, en Lisboa, sufrió una caída tras ser rozado por un camión y quedarse tirado en la cuneta con una costilla rota.

Su idea es recuperarse, arreglar su bicicleta, y partir hacia el país africano en cuanto pueda. "Prefiero quedarme en el lugar en el que muera. No quiero ser una carga para mi familia y el día en que fallezca alguien les llamará, pasarán unas horas de penas pero no más tiempo", señala Frederic. "Siempre fui feliz haciendo lo que hago y ellos lo saben así que seguiré pedaleando hasta que el cuerpo aguante".

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