La caída de Frank Cuesta. Quien fuera conocido por su programa Frank de la Jungla, una década atrás, está pasando por su peor momento. A través de un vídeo publicado en sus redes, ha ofrecido una confesión inesperada y extensa. Porque Cuesta ha asumido la responsabilidad de varias de las acusaciones que en los últimos meses han puesto en jaque su credibilidad y su trayectoria pública. "He de decir lo primero que he sido un personaje y poco a poco se me ha ido yendo de las manos por un grave problema que tengo de mitomanía y ego".
Tras la publicación de unos audios en los que habla con una presunta traficante de animales en Tailandia, la situación ha ido a peor desde una detención hace unas semanas en el país asiático, por no tener, en principio, según trascendió, los papeles en regla de algunos animales. Desde entonces, todo ha ido estallando, poco a poco. Hasta ahora.
La confesión va más allá de lo personal. Cuesta reconoce padecer mitomanía y un problema grave de ego, que, según sus palabras, le llevó a crear y sostener una figura pública basada en falsedades. Entre las afirmaciones más llamativas, admite que ni es veterinario ni herpetólogo. También desmiente haber tenido cáncer, una enfermedad que previamente había mencionado y que, según explica ahora, en realidad era una milodisplasia.
El santuario, "una granja"
Su relato también desmantela la narrativa construida en torno al santuario animal que dirige en Tailandia. “Todos los animales han sido comprados”, admite. "Por lo tanto, podríamos definir que es más una granja de animales que un santuario". Un matiz que cambia por completo el sentido del proyecto y pone en entredicho las múltiples campañas de financiación que ha promovido. "Nunca he rescatado animales y ha sido todo parte de un show que poco a poco se me ha ido de las manos también".
En la descripción del vídeo subido a sus redes, realiza una advertencia: "Como parte del acuerdo, pido disculpas publicas y expongo claramente muchas dudas que la gente tenía. Mejor dejarlo aquí claro y seguir adelante". Un acuerdo que sería con quien fuera su compañero en estas aventuras en Tailandia, conocido como Chi.
"En su momento hablé mal de Chi porque su proyecto podía haber llegado a ser una competencia para mi negocio. Y por motivos de celos empecé a hablar mal de él a sus espaldas". "Los animales que han muerto en el santuario en la mayoría han sido por mi propia negligencia, pero la situación ha ido mejorando desde hace un tiempo e intento aprender más y mejorarlo cada día". "También he de decir que ante los rumores de que él llevaba el tema del dinero en el santuario es falso. En todo momento yo he sabido cuánto dinero entraba en esa cuenta y fue mi idea que las transacciones fueran a través de una cuenta diferente", dice en el vídeo, deseándole "suerte" en su proyecto.
En cuanto a su detención, Cuesta asegura que ninguna de las personas señaladas tuvo relación alguna y que el origen fue una denuncia anónima de una ciudadana tailandesa, motivada por la posesión de animales sin papeles legales.
Estas declaraciones llegan después de meses marcados por una intensa polémica. El detonante fue la filtración de varios audios en los que Cuesta hablaba en términos violentos sobre perros y gatos, y mencionaba la compra y posterior reventa de animales para mantener el interés en su canal.
Audios con la presunta traficante de animales
La difusión de esos audios, sumada a vídeos que mostraban el presunto mal estado de varios animales en el santuario —como nutrias encerradas o un cerdo visiblemente deteriorado—, hizo que la imagen pública de Cuesta se tambaleara. Su defensa inicial, en la que alegó que se trataban de conversaciones privadas y que solo utilizó laxantes para mantener alejados a los animales, no consiguió frenar la ola de críticas.
Figuras del entorno digital que colaboraron con él, como TheGrefg o Plex, también se han pronunciado. Mientras el primero aseguró haber revisado las cuentas y tranquilizado a sus seguidores respecto al uso de los fondos, Plex fue cambiando su postura con el paso de los días. Después de conocer que una suricata podría no haber estado vacunada, admitió que no podía justificar sus actos y decidió distanciarse.
Otro momento clave fue la publicación de una conversación entre Cuesta y una mujer identificada como una conocida traficante de animales en Tailandia. Aunque durante años defendió que esos contactos formaban parte de una estrategia para rescatar fauna del mercado negro, la grabación alimentó las dudas sobre el verdadero propósito de esas relaciones.
La caída de Cuesta se produce tras una carrera televisiva marcada por el activismo y la divulgación. Tras su paso por Callejeros Viajeros, ganó notoriedad en Cuatro con Frank de la Jungla y más tarde en Discovery Max con Wild Frank. En paralelo, su posicionamiento político se radicalizó, especialmente tras su acercamiento al partido Vox en 2022.
La detención por posesión ilegal de animales protegidos, que inicialmente intentó minimizar, terminó de cerrar el círculo de sospechas que lo rodeaban. Pese a quedar en libertad bajo fianza, las consecuencias sobre su imagen y su legado resultan difíciles de revertir.
En su último mensaje, Cuesta lanza una disculpa generalizada. "Y para finalizar asumo mi responsabilidad de haber engañado a todos y pido disculpas públicas por haberme aprovechado de tanta gente".