La actriz Elisa Mouliaá ha reaccionado públicamente tras la difusión de unos audios en los que pide a la anfitriona de la fiesta, donde supuestamente se produjo la agresión sexual por parte de Íñigo Errejón, que respalde su versión. Las grabaciones, reveladas por El Confidencial, muestran una conversación con Soraya, la testigo que organizó la reunión. En ellas, Mouliaá le pide que no contradiga su relato, mientras la interlocutora le reprocha: "Te has metido tú en esta movida sola, yo tengo la obligación de contar la verdad".
Según el testimonio de la actriz, fue ella quien invitó a Errejón a la fiesta tras una cita. Allí, en el ascensor del edificio, el político la habría besado sin su consentimiento. Ya en el interior del apartamento, el comportamiento continuó: supuestamente insistió en mantener relaciones sexuales y llegó a desnudarse parcialmente. Mouliaá señala que, aunque accedió a ir a casa del exdiputado, acabó marchándose por sentirse incómoda ante su actitud.
Críticas a los medios y acusaciones de presión
En un mensaje publicado en redes, la intérprete ha arremetido contra determinados medios por su cobertura del caso. "Es inaceptable que ciertos medios, que se llenan la boca hablando de feminismo y justicia, se vuelvan súbitamente ciegos y cobardes cuando el denunciado por acoso sexual es un político con poder, como Íñigo Errejón", ha denunciado. A juicio de Mouliaá, la narrativa mediática ignora que también existieron presiones por parte del político hacia los testigos, citando la declaración de uno de ellos.
En relación con el audio filtrado, ha asegurado que se está sacando de contexto. "Yo simplemente pido que no mienta en mi contra, y que enseñe el WhatsApp de esa mañana en el que le contaba que el acusado me había humillado e invadido", ha explicado. La actriz también subraya que ya se había descartado que su denuncia fuera falsa antes de que surgieran estos nuevos elementos.
Mouliaá insiste en que no trató de coaccionar a nadie, sino que defendió su derecho a que su relato no fuera desmentido de forma injusta. En sus palabras, "ahora publican que yo he coaccionado a un testigo, ocultando que fue el propio agresor quien presionó a esos dos testigos desde el principio". Reprocha además que el enfoque informativo está siendo manipulado para proteger la imagen del político.
Un mensaje contundente a la opinión pública
La intérprete ha finalizado su declaración con una crítica directa al papel de los medios y su tratamiento del caso: "Esto no es periodismo. Es encubrimiento". Asimismo, ha exigido rigor en la cobertura informativa y ha pedido que no se utilice a las víctimas para “maquillar la imagen de un presunto agresor”.
Por último, con una postura firme, Mouliaá ha recalcado su determinación de continuar hablando públicamente: "No voy a callarme. Ni a dejar que otros escriban mi historia por mí".






