Las fuertes lluvias de la borrasca Efraín se han tragado, literalmente, un trozo de la carretera N-523 que une Cáceres con Badajoz. Este suceso ha provocado el cierre del tráfico debido a los numerosos saltos de agua existentes en el vial, en un tramo corresponde a la unión entre Puebla de Obando y Roca de la Sierra.
La Guardia Civil está redirigiendo la circulación en la zona ante las numerosas quejas de los extremeños. "Gracias señor Fernández Vara. Tras 40 años de gobierno no habéis tenido tiempo de hacer una autovía entre las dos capitales", destaca una ciudadana que califica de "ruinosa" la carretera.
El desperfecto en la carretera no es el único daño dejado por una borrasca que está provocando estragos en la comunidad extremeña. El Guadiana está completamente desbordado a su paso por Badajoz.
Los daños materiales van creciendo con el paso de las horas tras las últimas tormentas y son numerosas las carreteras cortadas al tráfico en diferentes localidades. Numerosos habitantes están sufriendo considerables inundaciones en sus viviendas.
