El aceite de girasol, con venta racionada en gran parte de los supermercados españoles, a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, encuentra un problema derivado en la industria de los dulces, que precisa de la utilización de este aceite para su producción. El sector ya ha alertado de que solo cuentan con reservas para entre dos o cuatro semanas más.
Si la guerra se prolonga, tendrán que optar por productos alternativas y se expondrán a una subida de los precios. En declaraciones a El País, Rubén Moreno, director general de la asociación Produlce (que engloba a las principales empresas del sector), ha afirmado que “estamos con un nivel de reservas de aceite de girasol muy bajo. Depende de cada empresa, pero tienen solo para entre dos y cuatro semanas”.
Según la empresa, "el 70% del aceite de girasol que importan las compañías del dulce y la bollería industrial llegan de Ucrania". Moreno revela al mismo periódico que “la sustitución de todo el aceite de girasol que se utiliza en la industria alimentaria en Europa por ese mismo producto es inviable. No hay donde encontrarlo”, añade Moreno.
Las empresas y sus departamentos de I+D están buscando alternativas con otros tipos de aceites vegetales, auque resulta complicado por la adaptación de las recetas lo más rápido posible. Los productos que se han visto más afectados son la pastelería, la bollería y las galletas, además del pan de molde y los productos con relleno o cobertura de chocolate.
Entre las alternativas y sustitutos se encuentran el aceite de palma, el aceite de nabina (aceite de colza) o el de coco. En España sería fácil emplear el de oliva, pero no es el más recomendable por su sabor y composición. Todo eso provocaría una subida de los precios y si no se encuentra una alternativa inmediata, comenzarán a escasear los productos en las próximas semanas.
Comentarios