Hoy, 4 de abril, es un día histórico para la lucha contra el cambio climático. Hoy, personas provenientes de todo tipo de carreras y experiencias personales, con mayoría de estudiantes del ámbito científico, se han plantado en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada para exigir que prepare a su alumnado para afrontar la emergencia climática ante la inacción de gobiernos e instituciones varias.
El encierro coincide con la publicación del último informe del IPCC, un organismo de la ONU formado por los mayores expertos en cambio climático a nivel mundo. Este informe aborda las transformaciones socioeconómicas estructurales que la sociedad debería hacer inmediatamente para mitigar los efectos del cambio climático.
Desde Rebelión Científica, colectivo internacional hermanado con Extinction Rebellion, formado por miembros de la comunidad científica y académica que se moviliza frente a la emergencia climática y ecosocial, avisan en un comunicado que "no habrá un nuevo informe en los próximos seis años". Por ese motivo, advierten que "si la sociedad no escucha lo que este informe dice, en seis años será demasiado tarde para actuar", ya que "vamos en una senda de colapso civilizatorio ecosocial y climático sin precedentes".
Desde la mañana del lunes, a las 12 horas, hay convocada una semana de huelga –del 4 al 9 de abril– para toda la comunidad y de desobediencia educativa para el profesorado, promovida por este colectivo. "Durante la semana vamos a hacer charlas y talleres en torno al tema de la emergencia climática y ecosocial", informa uno de los participantes de la convocatoria a lavozdelsur.es, quien añade que harán cartelería e insistirán en el mensaje en los cambios de clase "para intentar involucrar a más alumnado y profesorado".
Por el momento, asegura que tanto alumnado como profesorado han respondido con simpatía. No obstante, apunta que "por motivos académicos, no todos los profes y alumnes que quieren están ahora mismo en el hall de la facultad, pero esperamos que vayan sumándose". Al igual que la universidad "no ha ejercido una resistencia represiva por ahora", aunque "no han facilitado la entrada de participantes ni de material para el encierro", matiza.
Este grupo de personas, en torno a 50 del que 30 son estudiantes, tiene un mensaje claro para la sociedad, que transmite uno de sus integrantes a este periódico: "Desde la ciencia sabemos que la civilización industrial está llevando a la humanidad a un punto de no retorno ecológico (crisis climática, colapso de ecosistemas, contaminación y degradación de la tierra, el aire y el agua) y de recursos (energéticos: fin del petróleo barato, dificultades insalvables para que las renovables suplan la enorme cantidad de energía que demanda nuestra economía. Y no energéticos: escasez de minerales y materiales clave para fabricar la tecnología necesaria para mantener algo parecido a los niveles de vida actuales o para poner en marcha la transición ecológica a energías menos contaminantes)".
"A estas tres crisis (climáticoecológica, energética y de recursos) –prosigue– hay que sumar las dificultades manifiestas de las sociedades contemporáneas para garantizar unos mínimos de democracia y cohesión social", pues "la mayoría de las personas concienciadas con estas crisis entendemos que se dan en un contexto general de polarización social, desinformación, injusticia social, imperialismo y patriarcado... Que nos hace temer qué clase de futuro estamos abriendo en este siglo".
"Lo terrorífico es que si no hacemos cambios radicales en nuestro sistema económico, el colapso de la civilización industrial significará el principio del fin"
A su parecer, este joven no cree que "seamos conscientes como sociedad de que estamos asistiendo al principio del colapso de nuestra civilización. Que una civilización colapse, como tantas otras antes, no debería ser el fin del mundo, pero lo terrorífico es que si no hacemos cambios radicales y rápidos en nuestro sistema económico, el colapso de la civilización industrial global significará el principio del fin de cualquier idea de civilización y quizás hasta de nuestra misma especie".
Por eso, concluye: "Es una responsabilidad histórica actuar hoy, porque si no lo hacemos, toda la humanidad que venga a partir de ahora se encontrará un planeta enfermo, violento y una vida condenada a la agonía".
En el escrito, Rebelión Científica exige a la Universidad de Granada que "actúe a la altura de las circunstancias y prepare a su alumnado para afrontar esta emergencia, que es en la que vamos a vivir el resto de nuestras vidas". En este marco exigen "una asignatura obligatoria en todos los grados y másteres sobre emergencia climática, colapso ecosocial, crisis energética y límites biofísicos del planeta al crecimiento socioeconómico".
No obstante, hay "esperanza en el conocimiento que tienen los jóvenes de esta situación, su rechazo a la resignación y su capacidad de imaginar una sociedad basada en valores como la solidaridad y el respeto a los límites que nos marca el planeta", concluye uno de los participantes en la huelga.