El sindicato CGT Transportes Campo de Gibraltar ha denunciado que la empresa Transportes Alonso Salcedo S.A. de Algeciras ha iniciado una situación de acoso laboral contra siete trabajadores que trabajan como transportistas terrestres.
El sindicato señala que la empresa, fuera de las 39 horas marcadas en el convenio laboral, ha cambiado las condiciones de trabajo mediante unos objetivos "de producción" que hay que cumplir para considerarse que ha habido un adecuado rendimiento en el mismo, además de no querer pagar determinadas dietas y gastos cuando los camioneros trabajan días fuera de su hogar.
La no aceptación de estas condiciones laborales por parte de los trabajadores ha provocado dos despidos improcedentes; el hecho de firmar “no estoy conforme” ha hecho que la empresa no dé al trabajador la documentación para arreglar el subsidio por desempleo en el SAE, critica CGT, que agrega que la directora de Recursos Humanos ha comunicado el despido mediante carta aludiendo “disminución voluntaria y continuada del rendimiento del trabajo normal o pactado”, cuando el trabajador cumplía con el convenio firmado.
Algunas de las conductas hacia las víctimas, según el sindicato, están siendo el cambio las condiciones de trabajo, manipular datos o información, cambiar las tareas; hacer correr rumores sobre la víctima; mobbing de gestión o dirección para conseguir una mayor productividad.
Por todos estos motivos CGT ha solicitado que la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social investigue si la empresa tiene Plan de Prevención de Riesgos Laborales y si lo está aplicando, realizar una evaluación de factores de riesgos psicosociales en la empresa, investigar si cuenta con la certificación ISO 45001 de cara a la PRL, evaluar la ergonomía en todos los vehículos de la empresa y penalizar las conductas que han llevado a despidos improcedentes.
También se ha denunciado que se ha quitado a los trabajadores el libro de firmas que recoge la entrada y salida de la empresa, que se acusa a los trabajadores de manipular el tacógrafo y ponerlo en "otros trabajos" —cuando se para el camión por defecto el propio tacógrafo se pone él solo en descanso— y la ley marca que todo trabajo que no sea conducir ni hacer disfrute del tiempo libre se define como "otros trabajos".
CGT denuncia que los cursos de formación, como el CAP y el ADR, se mandan hacer fuera de la localidad de los trabajadores y se sabe que están subvencionados. La empresa se ahorra los gastos de desplazamiento y los conductores tienen que correr con dichos gastos.
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