El contable de Lipasam, empresa municipal de Sevilla de limpieza, confesó semanas atrás que había estado desfalcando las cuentas hasta levantar alrededor de un millón de euros. El empleado público, que responde al nombre de Manuel M. G., era jefe cotabilidad y consiguió que durante once años nadie se diera cuenta de un desvío metódico y bien ocultado.
El Ayuntamiento de Sevilla fue el que llevó a los juzgados unas incoherencias entre cuentas bancarias y partidas. A raíz de ello, el acusado confesó los hechos, haciendo hincapié en que había "actuado solo" durante todo este tiempo, según publica el portal elconfidencial.com, que ofrece otros detalles como que que las tareas que realizaba tenían una remuneración de 60.000 euros al año, alrededor de 5.000 euros mensuales.
El presunto delito, que tendrá que pasar aún por todo el proceso de investigación y juicio, se cometió con total precisión, puesto que los asientos contables inventados eran de cuantías pequeñas y repetitivas, por lo que era difícil para el control entrar a valorar cargos de tan poca importancia. Eso no impidió que el desfalco alcanzara el millón de euros.
La oposición del Ayuntamiento de Sevilla, entre la que se encuentra un partido al que también se le escapó el control, el PP de Juan Ignacio Zoido, ha pedido más detalles a Juan Espadas (PSOE) sobre lo sucedido y reclama más control a la administración municipal.
Comentarios