Un funcionario, de nombre Diego, fue reasignado por un concurso de méritos a una plaza como Técnico de Proyectos y Obras, con un traslado de provincia y trabajar en Cádiz en la Demaración de Costas, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. Así lo dictaba el BOE a finales de febrero.
Sin embargo, un error en la transcripción provocó que en su nombre rezara Digo y no Diego. Son errores relativamente comunes en el Boletín Oficial del Estado, toda vez que cada día se publica una enorme cantidad de referencias. Cualquier error de transcripción, o incluso el corrector de los programas de edición de texto, pueden ser causa suficiente. Eso sí, al tratarse de documentos oficiales, una vez conocidos estos errores hay que subsanarlos.
En este caso, ha sido una publicación de corrección específica, aunque no era el único error de esa publicación de una larga lista de nombres. Y ha sido la expresión "donde dice: Digo, debe decir: Diego" la que se ha hecho viral, por la clara referencia al famoso refrán de "donde dije digo, digo Diego".
La propia ministra Teresa Ribera se ha referido a la publicación. "Incrédula, he preguntado. Y me dicen, -con mucha seriedad-, que sí... Que era imprescindible publicar la corrección. Hay un funcionario que hoy es feliz. (Y no creo que sea Diego). Buen día a todos. Qué ojo, Miguel Presno Linera", decía en referencia a quien advirtió la situación, catedrático de Constitucional de la Universidad de Oviedo.
Si los diegos del mundo ya saben lo que es la pesadez de las bromas relacionadas con el refrán, en esta ocasión, las que reciba el funcionario estarán, al menos, justificadas.
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