Los gritos de ayuda de dos hermanos menores de edad desde el balcón de una cuarta planta en Fuengirola alertó a un vecino que puso en conocimiento de la Guardia Civil lo que estaba sucediendo.
Los agentes se desplazaron de urgencia hasta el domicilio, donde se encontraron, tal y como relata el diario Sur, a una niña y un niño de 8 y 6 años de edad.
Al llegar, los guardias civiles escucharon numerosos golpes y vieron muebles tirados por el suelo. Un hombre, el padre de los menores, estaba destrozando todo. Cuando los agentes se dirigieron hacia él, este emprendió una huida, intentando incluso saltar por la ventana. Los guardias civiles lograron reducir al individuo, que minutos después entró en parada cardiorrespiratoria, muriendo allí mismo sin que se pudiera hacer nada por salvar su vida.
El informe preliminar de la autopsia, como destaca Sur, señala que la muerte del hombre, que se puso bastante agresivo con los agentes, pudo deberse a una reacción adversa a una droga, habiendo sufrido lo que se llama un cuadro de "delirium agitado' o delirium excitado'.