Degolló uno a uno a sus cinco hijos, que tenían entre 3 y 14 años de edad. Los hechos ocurrieron el 28 de febrero de 2007 y, en una macabra coincidencia del destino, 16 años después ha sido eutanasiada la belga Geneviève Lhermitte.
Este caso conmovió en su día a todo un país por la monstruosidad del quíntuple asesinato de esta madre que, en el momento en el que iba acabando con la vida de cada uno de sus hijos, les pedía perdón entre susurros.
Aunque estaba condenada a cadena perpetua, hace cuatro años pudo salir de la cárcel para ingresar en un centro psiquiátrico. La solicitud de eutanasia fue admitida por las autoridades por los problemas psicológicos que padecía.
"Quiero que la gente entienda que pagó mil veces en su cabeza la condena", ha destacado el portavoz de la familia de Geneviève, quien ha añadido que con su muerte se "cierra definitivamente el expediente".


