Dani Alves iba bebido, pero distinguía "el bien del mal": el brasileño niega la violación y llora al declarar

"No la abofeteé, ni tiré al suelo. No soy un hombre violento", ha señalado el jugador en el tercer día de juicio por presunto abuso sexual a una joven

Dani Alves, durante una declaración ante el juez.
Dani Alves, durante una declaración ante el juez.

Tercera sesión del juicio contra Dani Alves por presunta violación. Varios peritos que han analizado tanto al jugador como a la víctima han ofrecido sus testimonios. Aunque la defensa del brasileño intenta buscar en el alcohol que había bebido un atenuante para rebajar la condena, dos de las expertas en medicina legal que han comparecido han señalado que el jugador, pese al alcohol que había ingerido, "sabía distinguir lo que estaba bien de lo que estaba mal". 

Tras el visionado de las cámaras de la discoteca donde ocurrieron los hechos y verificar los tiques de las consumisiones en varios locales, ha quedado detallado que Alves y sus cuatro amigos tomaron cinco botellas de vino y una de whisky en un restaurante, tomando luego unos gin-tonics en otro bar antes de llegar a la discoteca. El propio futbolista ha reconocido que se tomó "dos botellas de vino y alguna copa de whisky". El alcohol pudo influirle en "su capacidad para desinhibirse y tener una ligera afectación cognitiva", han señalado los expertos. 

Sobre la ausencia de heridas en la zona vaginal de la víctima, los doctores han explicado que "es frecuente ver agresiones sexuales en las que no aparece ninguna lesión. Un estudio dice que prácticamente el 80 por ciento de las personas agredidas no presentan marcas vaginales. Esto no está relacionado con que sean consentidas". 

"Empezó a tocarme las partes"

El tercer día también ha traído la declaración de Dani Alves, que ha manifestado que "empezamos a perrear, puso la mano para atrás y empezó a tocarme las partes... Me dijo que sí para ir al baño, no tuve que insistir, entró más tarde que yo y se puso de rodillas delante de mí para hacerme una felación. Me bajé los pantalones y me senté en la taza del lavabo".

Con relación a lo ocurrido en el baño de la discoteca, el brasileño ha añadido: "La felación fue prácticamente todo el coito. Después se sentó delante de mis piernas y eyaculé fuera". El jugador también ha señalado que "no la abofeteé, ni tiré al suelo. No soy un hombre violento. Y no me dijo que no quería practicar sexo. En ningún momento ella me dijo que no quería ni nada". Hay que recordar que la versión de la acusación particular refiere que Alves le "hizo mucho daño. Se corrió dentro". 

Al final de su declaración, Alves ha negado la violación y ha comenzado a llorar. Casi si habla, ha destacado que se enteró de la acusación de agresión sexual al llegar a su casa. 

Sobre el autor:

R. G.

Periodista con más de veinte años de experiencia en los medios de comunicación (prensa escrita, digital, radio y televisión). Autor de 'Nosotras. Historias del olvidado deporte femenino' y otros seis libros más. Recuperando la ilusión por contar la vida en lavozdelsur.es

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