Dame Seck, un "currante" que está deseando volver a vender en Las Angustias

El senegalés, que lleva 20 años montando su puesto en la plaza del centro de Jerez, relata las dificultades vividas durante el confinamiento

Dame Seck, en el lugar donde monta su puesto en Las Angustias. FOTO: MANU GARCÍA

La estampa es conocida por los paseantes que circulan cada mañana por la plaza de Las Angustias de Jerez. En uno de los accesos, ahora peatonalizado, un hombre corpulento despliega su pequeño puesto con bolsos, gafas de sol y todo tipo de objetos de bisutería. El coronavirus acabó con esa imagen, que Dame Seck, un senegalés que lleva más de 20 años residiendo en la ciudad, espera retomar cuanto antes para poder reponerse económicamente. Sin ahorros ni ingresos, ha resistido el envite gracias a la ayuda de varios allegados.

Apenas tres días después de regresar de África, donde acude cada pocos meses para comprar el material que luego vende en Jerez y en ferias de la provincia de Cádiz, se decretó el estado de alarma y comenzó el confinamiento del que ahora se está terminando de desescalar. “Menos mal que tengo amigos que me han ayudado”, expresa Dame, un “currante” que pasa las horas en Las Angustias, pero al que el coronavirus pilló con lo justo para vivir. A los pocos días ya tenía dificultades para llenar la nevera. “Mis amigos me han dado algo porque saben que yo respondo”, señala.

Dame Seck salió de Senegal hace más de dos décadas, huyendo del hambre y la miseria que sufría allí. Era fontanero de profesión, aunque desde su llegada a España se ha dedicado sobre todo a la venta ambulante, primero en Sanlúcar, aunque la mayor parte del tiempo en Jerez. “En verano voy a ferias pero este año no hay nada”, expresa, por lo que espera con ansia que llegue finales de junio, cuando volverá a montar su puesto y a reencontrarse con sus clientes. “La gente si me ve, viene a comprarme. Me buscan. Siempre me han acogido como a uno más”, señala.

Dame Seck, posando para lavozdelsur.es. FOTO: MANU GARCÍA

El senegalés, que tiene permiso de trabajo y cotiza como autónomo, espera reponerse poco a poco con el reinicio de su actividad, para finales de mes. “Gracias a Dios los amigos que me estaban ayudando”, insiste. En Jerez vive con su hermano, que ahora está en Lleida trabajando en una campaña agrícola, y con varios amigos, con los que comparte techo y gastos. “Estaba sin dinero, sin nada, y sin poder salir a la calle”, expresa. Por eso agradece tanto la ayuda económica que ha recibido de sus allegados.

“Nunca he tenido problemas. Nunca he visto racismo en España”, dice Dame Seck, al hilo de las protestas antirracistas que se están viviendo en todo el mundo tras la muerte de George Floyd. “La gente me trata muy bien”, dice. Una confianza que se ha ido labrando con el paso de los años, un día tras otro, en su pequeño puesto de Las Angustias. “En Jerez me quieren mucho, todos los días hay alguien que me invita a desayunar, por eso me alegro mucho cuando le va bien a Jerez”.

Aun le quedan unos días de espera para poder desplegar su mercancía en la plaza de Las Angustias. Ese día está seguro de que recibirá el apoyo y el cariño de los clientes que ha ido cosechando con el paso de los años y de las muchas horas que ha pasado debajo del mismo árbol, en un poyete que prácticamente lleva su nombre.