Está cerca de cumplirse un año del día que cambió todo para Will Smith. El intérprete que recibía el premio al mejor actor por su papel en la película 'El método Williams' esa misma noche también protagonizó uno de los momentos más polémicos de la historia de los Oscar cuando propinó un sonoro bofetón al presentador Chris Rock tras hacer un chiste de mal gusto sobre la alopecia de su mujer, Jada Pinkett Smith.
Desde entonces el hasta entonces vanagloriado actor cayó en desgracia. Varios de sus proyectos se vinieron abajo, se le prohibió el acceso a la gala de los Oscar durante diez años, fue expulsado de la Academia de Hollywood e incluso llegó a ingresar en un centro de rehabilitación para tratarse el fuerte estrés que estaba sufriendo.
Desde entonces su presencia en la gran pantalla ha sido casi testimonial y ahora parece que está remontando un poco el vuelo. En plena pre producción de la segunda entrega de 'Soy leyenda' y con la confirmación del director Jerry Bruckheimer de que 'Bad boys 4' seguirá contando con él como protagonista ahora ha reaparecido en los estudios presentando un estado casi irreconocible.
Y es que para la grabación de 'Emancipation' ('Hacia la libertad' en castellano) presenta una barba desaliñada, sin bigote y con canas en su cabello. Además de esto se ha quedado mucho más delgado de lo que acostumbraba, todo para meterse en el papel de un esclavo residente en Estados Unidos que escapa de la plantación donde estaba siendo maltratado para buscar una vida digna.
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