Quienes vienen de visita a Cádiz en temporada alta, o en cualquier otra época del año, disfrutan de la provincia como un paraíso. Otra cosa son quienes residen todo el año aquí, a menudo lastrados por unos índices de paro insoportables y por un mercado inmobiliario cada vez más costoso. La esperanza de vida en Cádiz es la más baja de Andalucía, según los datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Aun así, ha aumentado 0,57 puntos en la última década, justo cuando España emprendía el camino de la recuperación tras la gran recesión que arrancó en 2008 y que se cortó en seco por la pandemia. En este informe se refleja la esperanza de vida de las diferentes provincias de España y se aprecia claramente cómo el nivel de renta influye sobre manera en la estadística.
El promedio del residente en la provincia es alcanzar los 81,10 años de edad, pero hace una década se vivía una media de 80,26. Los más longevos son cordobeses (82,25) y malagueños (82,03). A nivel nacional, el ranking de menor esperanza de vida lo encabezan las ciudades autónomas de Melilla (78,82) y Ceuta (79,28). Le siguen Ciudad Real (80,33) y Cuenca (80,79) y posteriormente aparece Cádiz.
La estadística muestra que en Galicia y País Vasco es donde se vive más años (la primera es Álava). En A Coruña, por ejemplo, la media está en 83,44 años, mientras que en Guipúzcoa se llega a los 83,32.
La media nacional alcanza los 82,33 años, tras reducirse. De hecho, la elevada mortalidad por el coronavirus en España el pasado año provocó el segundo mayor descenso de esperanza de vida en la OCDE, solo por detrás de Estados Unidos, lo que le hizo pasar de la tercera a la octava posición.