Rondaban las dos y media de la tarde del miércoles. El joven Ulrich, de 19 años, iba a la compra en Estepona, donde vivía en una urbanización sus padres y dos hermanos, uno de ellos apenas de tres años. Un coche de alta gama, un mercedes blanco, cruza a alta velocidad -según investiga la Policía- y está cerca de atropellar al chico. Éste le recrimina que vaya tan rápido.
Del coche, blanco, de tipo inglés, con el volante a la derecha, se baja un hombre rubio, corpulento. Discuten, saca una navaja y le da una puñada en el corazón. Según creen los investigadores, como recoge Sur, iba junto a él una chica. Se marchan del lugar a toda velocidad. Nadie sabe quién es concretamente, esa es solo la descripción que, por ahora, han facilitado los testigos.
Ulrich queda malherido. Un cliente de una clínica veterinaria se percata y le lleva gasas. Varios vecinos se unen con toallas mientras acuden los servicios sanitarias. Entre las personas que le asisten, la propia madre del chaval. Nada pueden hacer por su vida. En un primer momento había llegado a pedir ayuda, pero se desvanece y su corazón deja de latir, porque la herida en éste resulta ser mortal.
Apenas sin mediar palabras, una discusión de tráfico donde el infractor es el autor, y nada que ayude a esclarecer quién es, porque nadie reconoce al hombre ni al vehículo. La investigación trata de cercar su identidad. Audios de whatsapp comenzaron a circular por la localidad, lo que ha ido ayudando a abrir nuevas vías para las pesquisas.
El crimen, de injusto y cruel, ha sacudido a la localidad de Estepona. Nadie sabe cómo, nadie sabe nada. Los investigadores lo tienen difícil, aunque el automóvil es bastante llamativo. Corre en contra de las autoridades que la matrícula era británica. Por las características del hombre, éste también podría serlo. Y por la cercanía de Gibraltar, bien cabe la posibilidad de que se le vaya perdiendo la pista a la Policía. Un crimen terrible. Un homicidio que ha costado la vida a un chico de 19 años.
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