La Policía Nacional, junto a la Gendarmería Nacional francesa, Europol y con la colaboración de Eurojust, en una operación que implica a varios países, ha desarticulado una organización que tenía en la provincia de Málaga una plantación industrial de marihuana de 1.000 metros cuadrados enterrada bajo tierra y dos laboratorios de cocaína.
En total, se han detenido a 24 personas. De dichas detenciones, seis se han producido en España y el resto en Francia. Los implicados se dedicaban a través de una organización criminal a producir cocaína y otros estupefacientes que eran enviados a Francia desde donde se distribuía a otros países del centro de Europa. Se han llevado a cabo 23 registros, nueve de ellos en España, en los que se han desmantelado dos laboratorios de cocaína en la provincia de Málaga y, escondido en uno de ellos, una plantación industrial de marihuana de doble altura fabricada con contenedores bajo tierra. Un modus operandi al más puro estilo de Breaking Bad.
La investigación se inició en mayo de 2024 cuando los agentes detectaron una organización criminal que abastecía de distintos estupefacientes la parte norte de Francia y países del centro de Europa y cuyo líder se había trasladado a la provincia de Málaga para establecer varios laboratorios de cocaína y dirigir la estructura criminal desde España. Desde ahí tenían contacto con otras provincias como Sevilla o Córdoba.
Se han realizado 23 registros, nueve de ellos en España en las localidades de Málaga, Torremolinos, Marbella, Coín, Almogía, Seila, Lucena y Aguilar de la Frontera, en los que se han desmantelado dos laboratorios de cocaína que la organización había establecido en Coín y Málaga. También se han desmantelado tres plantaciones indoor de marihuana, una de ellas junto a uno de los laboratorios de cocaína, formada por contenedores y que, distribuida en dos plantas bajo tierra, contaba con una extensión de 1.000 metros cuadrados.
Durante el transcurso de la investigación los agentes fueron identificando a cada uno de los integrantes de la organización, así como el papel que desempeñaba cada uno de ellos. Las vigilancias permitieron detectar que disponían de una infraestructura compuesta por dos laboratorios de cocaína, instalados en la provincia de Málaga, cuya producción trasladaban en vehículos caleteados con sofisticados sistemas hidráulicos hasta Francia donde era almacenada para su posterior distribución en el norte del país y en el centro de Europa. Además, detectaron que aprovechaban el envío de la cocaína en convoyes de vehículos para transportar otros estupefacientes como hachís, marihuana y drogas sintéticas.
