El asesino de tres hermanos asegura en el juicio que "escucho voces y veo fantasmas"

La Fiscalía pide 36 años de prisión para Dilawar Hussain. El jurado decidirá si acepta las atenuantes de alteración psíquica o arrebato planteadas por la defensa

Imagen del día en el que Dilawar Hussain fue detenido por el asesinato de tres hermanos.
29 de octubre de 2025 a las 00:02h

La Audiencia Provincial de Madrid ha concluido este martes el juicio con jurado contra Dilawar Hussain F.C., acusado de asesinar a Amelia, Ángeles y Pepe el 17 de diciembre de 2023. La Fiscalía solicita una pena de 36 años de prisión por un crimen que conmocionó a la localidad madrileña de Morata de Tajuña. Durante la sesión, el acusado declaró por primera vez y reconoció de nuevo su autoría de los hechos, insistiendo en que “estaba mal de la cabeza” y “escuchaba voces”.

Hussain explicó ante el tribunal que aquella madrugada caminó desde Arganda del Rey hasta Morata, un trayecto de más de tres horas, con la intención, según su versión, de hablar con los tres hermanos. “Salté el muro de la casa y quería hablar con ellos, pero sacaron cuchillos y vi un palo de hierro. Les di en la cabeza a los tres”, declaró. Posteriormente, relató que arrojó las armas y los cuchillos a la basura antes de regresar andando a su vivienda.

Una declaración marcada por el arrepentimiento y las deudas

El acusado afirmó ante el jurado que “quiero pedir perdón por lo que he hecho. Lo hice porque mi cabeza no estaba bien. Escucho voces por la enfermedad que tengo y veo fantasmas. Las voces me llevaron ahí”. Durante su intervención, explicó que no huyó a Pakistán tras el crimen porque “no tenía dinero”. Según su defensa, su estado mental se habría deteriorado tras verse envuelto en grandes deudas con las víctimas.

De acuerdo con su testimonio, Hussain había prestado 60.000 euros a Amelia y Ángeles, con la promesa de que le devolverían una cantidad mayor para financiar los tratamientos médicos de su madre enferma en Pakistán. Sin embargo, el dinero nunca fue recuperado. Su madre falleció el 23 de febrero de 2023, y al día siguiente, el acusado acudió al domicilio de los tres hermanos, donde ocurrió el crimen.

Durante las sesiones anteriores, los profesionales que atendieron a Hussain en prisión declararon que el acusado no padecía una enfermedad mental que anulara sus capacidades cognitivas. Aseguraron que, en el momento de los hechos, “entendía su acción como mala” y que su comportamiento no se debía a un brote psicótico, sino a una decisión consciente.

El jurado popular deberá valorar ahora si aplica las atenuantes solicitadas por la defensa: alteración psíquica, arrebato u obcecación y confesión. No obstante, la Fiscalía sostiene que Hussain “no actuó en un estado de arrebato u obcecación”, ya que “ni el impulso de matarlos fue instantáneo ni existe esa conexión temporal”. Además, el Ministerio Público ha rechazado la atenuante de confesión, al considerar que su entrega “no resultó eficaz para el esclarecimiento de los hechos”, dado que se produjo más de un mes después del crimen.

El veredicto del jurado determinará si el tribunal considera creíble la versión de Hussain o si entiende que actuó con plena consciencia de sus actos. 

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Rubén Guerrero

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