En estos tiempos de enfrentamientos políticos, de palabras subidas de tono, de acusaciones y declaraciones violentas, una madre ha puesto mesura, cordura y saber estar con uno de esos discursos que debería llegar a ese Congreso de los Diputados donde, en demasiadas ocasiones, unos se tiran los trastos a los otros sin aportar soluciones.
Ana Belén Salas Chacón es la madre en cuestión y ha pedido, de una forma muy respetuosa, que los políticos cumplan de una vez con las personas que sufren alguna discapacidad y con sus familias. "Hacer política es luchar por la bajada de los impuestos, de la luz, el butano y los comestibles...", señala, pero también es preocuparse de unas personas que están olvidadas. Llevamos así muchos años y todavía no he visto a ningún político. No quiero compromisos, quiero que se cumplan las palabras y que digan que van a hacer cosas para las personas con discapacidad, que son vulnerables y no tienen nada".
Y es que, como detalla Ana Belén, "no tienen centros de día, ni centros específicos con plazas libres... Están dejados de la mano de Dios, en sus casas, con sus madres y sus padres. En los últimos días, han salido noticias devastadoras de padres que tienen que encerrarse en su habitación con candado".
Salas Chacón es presidenta de Aftea (Asociación de familiares de personas con trastorno de espectro del autismo en Cáceres) y lleva años de lucha y reivindicaciones. "La historia es que tenemos que airear nuestras intimidades, tan personales e importantes de nuestros hijos, para pedir ayuda. Estamos que no podemos más". Esta madre reconoce que "a veces no hay la suficiente unidad para echarnos todos a la calle".
El miedo es uno de los factores que influyen. Ana Belén quiere dejar claro que "los padres y madres que tenemos hijo con discapacidad no queremos ser enemigos de nadie ni de las instituciones, simplemente queremos hacer partícipe al resto de una situación en la que nadie está libre de nada. Por circunstancias de la vida, todos vamos a ser grandes dependientes", señala a lavozdelsur.es.
Su reflexión y petición, pausada y llena de coherencia, debería retumbar en la conciencia de aquellos que solo aparecen para la foto y no mueven un dedo para tratar de construir un mundo mejor para las personas con discapacidad: "Quiero decir a algún político o a alguna política que no se comprometa, sino que me prometa que realmente vamos a tener plazas disponibles sin tener que esperar años a una lista de espera que en la mayoría de los casos llega tarde para las personas con discapacidad y sus familias".
Sin ayudas, con las puertas de los centros cerradas por falta de plazas, las familias se encuentran en "un laberinto que te asfixia. Hay padres que llevan años en lista de espera. La vida familia y social te cambia por completo. Las personas con discapacidad y sus familias merecen tener una vida digna, que tengamos calidad de vida para que nuestra vida laboral y personal no decaiga tanto".
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