Mercedes de Pablos Candón (Madrid, 1958), periodista, escritora y actual directora del Centro de Estudios Andaluces desde el año 2013, es una de las voces referentes en el feminismo andaluz. A pesar de haber nacido en Madrid, en su casa se hablaba y se comía en andaluz. "Yo le debo a Andalucía quién soy, Andalucía me ha construido a mí", dice, y es que De Pablos formó parte de la creación de la autonomía andaluza cubriendo la manifestación del 4 de diciembre de 1977 donde los andaluces se lanzaron a la calle para reivindicar su autogobierno.
Como feminista, confiesa que nunca ha militado en una organización del movimiento, pero jamás ha dejado de luchar por la inclusión de la mujer en el imaginario social. "El feminismo tiene que ver con la sensación de justicia, de igualdad, de derechos y de privilegios. Es tan obvio que las mujeres sufren discriminación y vejación y son, en tantos países y en tantas ocasiones, ciudadanos de segunda, que claro que me considero feminista", comparte a lavozdelsur.es en los Claustros de Santo Domingo, minutos antes de su participación en las jornadas Mujeres en el Espacio Mediterráneo. Diversidad, igualdad y cultura: hacia una sociedad inclusiva, organizada por Tres Culturas, en Jerez.
Mercedes de Pablos fue la primera directora de una radio pública (Canal Sur Radio, desde 1996 hasta el 2000) con tres canales que más tarde amplió a cuatro. También fue la primera periodista en hacer un programa de televisión solo con mujeres, y en Andalucía. Además de ser pionera en crear un programa para Radio 1, solo con mujeres y desde Sevilla para toda España. "Creo en el feminismo como un ideología de igualdad y de liberación. Creo que es la revolución más inclusiva del mundo. Detesto la exclusión, los guetos. Creo que en el feminismo, donde cabemos hombres y mujeres, es una ideología de liberación", expresa.
Según las últimas encuestas lo que más le preocupa a los andaluces, sin ninguna duda, es el empleo. Pero no el paro solo, el empleo y el empleo precario"Protestona" y curiosa de vocación, pasar a dirigir el Centro de Estudios Andaluces fue todo un privilegio para ella, "porque auna la vocación de periodista y el enorme conocimiento que tiene la academia en Andalucía, la Universidad". Además, "servir de puente entre la ciudadanía y el conocimiento es desde luego un privilegio", resalta orgullosa. Explica que desde el centro "hay una obsesión por ser útiles, porque el conocimiento no sea un secreto repartido entre unos pocos, o que la información sea poder". Para De Pablos es fundamental ofrecer diagnósticos sobre la realidad económica, social, industrial, política, cultural... para aportar soluciones, porque "si tienes una imagen difusa o errónea de la realidad, probablemente no podrás cambiarla".A día de hoy, ¿qué es lo que más le preocupa a los andaluces?Según las últimas encuestas lo que más le preocupa a los andaluces, sin ninguna duda, es el empleo. Pero no el paro solo, el empleo y el empleo precario. Los andaluces que están preparados y que vienen de una historia que les ha costado sortear con mucho esfuerzo, que vienen de una historia de discriminación, de desigualdad, y de ignorancia, les preocupa que este esfuerzo que se ha hecho en un par de generaciones derive en una precarización o en una proletarización de las clases trabajadoras. Pero hay muchas más cosas que preocupan a los andaluces: la igualdad entre sexos, la igualdad de oportunidades —sobre todo—, la convivencia...
Si el alcalde de Torrox, con un comentario desafortunado sobre la buena imagen que su pueblo tiene porque han venido los medios de comunicación a cubrir un asesinato machista, lo hubiera hecho el alcalde de Ermua con el asesinato de Miguel Ángel Blanco, lo echamos del país¿Está creciendo un fuerte andalucismo en los últimos años?Nunca he dejado de sentir el andalucismo. El andalucismo ha estado ahí siempre. ¿Qué bandera no provoca rechazo? La bandera andaluza. Es una bandera de paz, no tiene nada de sangre, no tiene nada que ver con la violencia. No sé si el andalucismo está creciendo o no. Pero yo creo que ha habido una gran identificación con Andalucía, ¿sabes por qué? porque los andaluces se han identificado con su autonomía y con la idea de Andalucía por los derechos, porque la autonomía lo que le devolvió a Andalucía fueron derechos. Y sobre derechos sí se puede negociar. Los nacionalismos esencialistas —sentirse orgullosos, ser más— son muy difíciles de negociar, es como la religión, ¿cómo negociamos? ¿tu Dios es mejor que el mío? Sin embargo, sobre derechos se puede negociar y se puede crecer. Por eso, yo creo que nunca hemos dejado de sentirnos andaluces y de recuperar el orgullo.