El elevado coste de las vacaciones y la pobreza infantil impiden que un amplio número de familias andaluzas puedan disfrutar del periodo estival fuera de casa. Según Save the Children, esta situación afecta a cerca de 704.000 menores en la comunidad autónoma, donde el 45,6 % de los hogares no puede permitirse una escapada durante los meses de verano, el porcentaje más alto del país.
A nivel nacional, el 35 % de las familias se ve en la misma situación, sin posibilidad de viajar a la playa o a la montaña. Andalucía se sitúa a la cabeza de esta estadística con un 45,6 %, seguida de Canarias, con un 44,9 %, y Ceuta, con un 41,9 %. Muchas de estas familias se ven obligadas a permanecer en sus viviendas durante las horas de más calor, sin acceso a alternativas de ocio para los menores.
Como respuesta a esta realidad, Save the Children organiza desde el verano pasado campamentos dirigidos a niños en situación de pobreza. Estas actividades ofrecen una alternativa de esparcimiento y, en algunos casos, representan la única oportunidad de acceder a una alimentación equilibrada mientras los comedores escolares permanecen cerrados.
Consecuencias en el desarrollo infantil
La organización advierte de las consecuencias que la falta de vacaciones tiene en el desarrollo infantil. Según datos recogidos en su Encuesta de Condiciones de Vida, un 8,9 % de los menores andaluces no consume con regularidad alimentos ricos en proteínas, como carne, pescado o pollo, lo que refleja las carencias que enfrentan muchas familias durante este periodo.
La campaña de verano de Save the Children se lleva a cabo en colaboración con la Fundación “la Caixa” a través de los programas CaixaProinfancia y Más Infancia. El objetivo de estas iniciativas es atender a menores en situación de vulnerabilidad en distintas regiones de España.


