Un amplio despliegue de furgones de los Mossos d'Esquadra ha llegado antes de las 7.00 horas de la mañana hasta el edificio conocido como B9, en Badalona, y a sus inmediaciones, donde se ha establecido un cordón policial previo al inicio del desalojo. Los agentes han aguardado a que se hiciera de día para comenzar la intervención, ya que la orden judicial especificaba que el operativo debía llevarse a cabo en horario diurno.
El inmueble, un antiguo instituto, llegó a albergar a unas 400 personas, aunque en las últimas horas muchas han abandonado el recinto de forma voluntaria, antes de la llegada de los Mossos. Según las mismas fuentes, en el interior permanecen todavía alrededor de 200 personas, que cuentan con el apoyo de entidades sociales y grupos de vecinos, concentrados en la zona para mostrar su solidaridad. Pero que ahora se quedan sin alternativa habitacional.
La actuación policial se desarrolla bajo una fuerte expectación mediática y vecinal, en un contexto marcado por la tensión social y el debate político sobre la gestión de la vivienda y la pobreza en la ciudad. El desalojo del B9 se había convertido en una de las cuestiones más controvertidas de las últimas semanas.
El alcalde confirma el inicio del operativo
El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, ha confirmado el inicio del desalojo a través de sus redes sociales. En un mensaje publicado esta mañana en su perfil de X, ha escrito: "Tal y como me comprometí, empieza la desokupación de los 400 okupas ilegales del B9 en Badalona", acompañado de un vídeo en el que se observa la llegada de los furgones policiales con las sirenas activadas.
El pronunciamiento del alcalde se produce en un momento especialmente delicado, con el foco puesto tanto en la seguridad como en la situación social de las personas que permanecen en el interior del edificio.
La FAVB alerta de un problema de pobreza creciente
En este contexto, la Federación de Asociaciones Vecinales de Badalona (FAVB) emitió este martes un comunicado en el que subrayó la complejidad del problema. En el texto, la entidad vecinal afirma que "la situación de las personas que malviven en el B9 es descorazonadora: muchas sin papeles, sin trabajo, sin derecho… y en breve sin un techo para sobrevivir".
La FAVB destaca que "no es un problema solo de inmigración, es de pobreza, un problema de pobreza que cada vez se hace mayor", aunque reconoce que la situación se ha vuelto "insostenible" para los vecinos del entorno. Según el comunicado, "a medida que el número de personas ha ido creciendo en el interior, la convivencia con los vecinos se ha ido deteriorando".
La federación vecinal admite que se trata de "un problema difícil de resolver", pero insiste en la necesidad de actuar ante el aumento de personas sin hogar. "Cada vez tenemos más personas sin hogar y no todas son inmigrantes, pero sí que todas son pobres", advierte el texto, que reclama políticas sociales, un plan de vivienda social y una voluntad firme de reducir las desigualdades.
El desalojo del B9 de Badalona reabre así el debate sobre la vivienda, la exclusión social y la respuesta institucional ante una realidad que afecta tanto a las personas que ocupaban el inmueble como al conjunto del vecindario de la ciudad.