Amazon obligó a sus empleados a permanecer en el trabajo a pesar de que media hora antes había sonado un aviso de alarma por el tornado que provocó la muerte de seis empleados y destrozando un almacén logístico de la multinacional de Jeff Bezos en Ilinois.
Uno de los fallecidos, según ha relatado su novia a diversos medios, se puso en contacto con ella diciéndole que la compañía "le había ordenado que se quedase quieto hasta que pasase la tormenta".
Varios de los sobrevivientes han confesado que los gerentes de Amazon les indicaron que se refugiaran en los baños y salones cercanos. “Amazon sabía que nos enfrentábamos a tormentas potencialmente mortales. Todos lo sabíamos. Tomaron la decisión de enviar trabajadores a un almacén gigante sin garantía y ahora los trabajadores están muertos”, ha relatado un empleado de la compañía.
Los trabajadores de Amazon también están denunciando la prohibición de la compañía no poder llevar sus teléfonos en el trabajo, lo que les impide recibir actualizaciones o comunicarse con el exterior durante las emergencias. "Después de estas muertes, no hay manera de que confíe en Amazon para mantenerme a salvo", denuncia otro trabajador.