Más de 60 sociedades científicas y varias asociaciones de pacientes han firmado la ‘Declaración Madrid’ con el objetivo de reducir las altas cotas de adicción tabáquica en España. Para ello, defienden medidas como la prohibición de fumar en todo tipo de vehículo, la introducción de empaquetado neutro o la equiparación al alza de la fiscalidad de todos los productos relacionados con el tabaco que contengan nicotina.
Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial de España (OMC), advierte de que el consumo de tabaco “sigue siendo el principal problema de salud pública en España, pese a las dos leyes de 2005 y 2010 que contribuyeron a ‘desnormalizar’ el hábito”.
Alertan también de que el consumo de tabaco se va concentrando en las personas pertenecientes a los niveles sociales más desfavorecidos. “El consumo de tabaco es un factor de desfavorecimiento social, algo que se ve tanto en población adulta como en población infanto-juvenil”, afirman.
50.000 MUERTES AL AÑO
La ‘Declaración Madrid’ señala que un 22,1% de las personas adultas sigue fumando, según la última Encuesta Nacional de Salud. El consumo de tabaco ocasiona más de 50.000 defunciones al año de personas que en su mayor parte empezaron a fumar mucho antes de alcanzar la mayoría de edad, y permanece como primera causa de muerte evitable.
Las organizaciones firmantes del documento consideran urgente que el Gobierno implemente las siguientes medidas: equiparar al alza la fiscalidad de todos los productos de tabaco que contengan nicotina; cumplir la legislación vigente sobre el consumo en los lugares públicos cerrados o cuasi-cerrados; prohibir fumar en cualquier tipo de vehículo; mejorar la protección frente al humo ambiental, eliminando ambigüedades en las definiciones y conceptos, ampliando los entornos sin humo en lugares al aire libre e implicando a los cuerpos de seguridad en el cumplimiento de lo legislado al respecto; y promover los hogares libres de humo.
Asimismo, defienden introducir el empaquetado neutro, al igual que ya han hecho diversos países de Europa; facilitar el acceso a profesionales sanitarios entrenados en el tratamiento del tabaquismo y financiar aquellas intervenciones clínicas que hayan mostrado efectividad; y regular la publicidad de los productos del tabaco.