Varias partidas de caracoles procedentes de Marruecos, distribuidos por una empresa de la localidad sevillana de El Cuervo, han sido la causa de varios brotes infecciosos, sobre todo en las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén, que se hayan detectado, aunque es probable que haya habido en otras poblaciones sin que se hayan comunicado. Elaborados La Cuerveña ha dejado claro a este medio que no tiene nada que ver con los brotes.
La alerta sanitaria se trasladó al Ministerio de Sanidad, tras lo que se activaron los protocolos para detectar y atajar posibles casos. El Servicio Andaluz de Salud (SAS), contactado por lavozdelsur.es, asegura que hace dos semanas que no detecta ningún caso, pero este medio ha podido saber que se han producido intoxicaciones esta misma semana.
Las partidas de caracoles contaminados se retiraron del mercado en cuanto se detectó la anomalía, pero es posible que se hayan seguido comercializando en establecimientos que los han seguido vendiendo. La posible causa de los brotes se atribuye a la presencia de alcaloides producidos por retama blanca encontrada en las mallas en las que se transportan los caracoles desde Marruecos.
Las personas que comieron los caracoles contaminados presentaron síntomas de forma casi inmediata. En una hora provocaron vómitos, diarreas y mareos, aunque no de mucha duración. Los equipos de vigilancia del SAS, comentan desde la Junta de Andalucía, están pendientes de posibles rebrotes y se encuentran con todos los protocolos activados.
El mismo motivo que ha podido provocar este brote, que se está estudiando, produjo otro en 2016, cuando la presencia de alcaloides en las mallas se saldó con varios infectados. La Universidad de Córdoba ha sido la encargada de estudiar la presencia de este compuesto en los caracoles.
Las recomendaciones sanitarias establecen que se extreme la precaución ante la ingesta de caracoles procedentes de esta partida, tanto consumidos en establecimientos como comprados crudos o cocinados, para evitar posibles rebrotes. Las autoridades sanitarias inmovilizaron los caracoles distribuidos por la empresa de El Cuervo, pero recuerdan que puede que siga habiendo existencia en algunos negocios.