El covid ha dejado durísimas secuelas a la guipuzcoana Ainhoa Arteta. La soprano se ha quedado en silla de ruedas después de que se contagiara hace un par de meses. Cuando pensada que había superado la enfermedad, animada por la positividad del equipo médico, el covid le ha jugado una mala pasada. Se enfrenta a otra secuela indeseada que la cantante ha contado en su perfil de Instagram.
Un trabajador del personal de los servicios de asistencia del aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria la llevaba en silla de ruedas tras un recital en el Nuevo Teatro Viejo de Arucas, algo que causó sorpresa y preocupación a sus seguidores. La artista ha explicado que ha sufrido un edema como consecuencia del Covid. Según ha expuesto en el vídeo, "se me han inflamado las venas dentro de las rótulas de los huesos" por lo que debe guardar reposo y no caminar mucho debiendo utilizar una silla de ruedas o unas muletas. En cambio, cuando sube a los escenarios no hace falta.
Ainhoa ha destacado que está bien "no es nada grave pero nada agradable" y espera que el virus "no venga para quedarse". Cabe recordar que la soprano cogió esta enfermedad en el Palau de les Arts de Valencia y, aunque no tuvo que ser ingresada, no lo pasó bien, pensando en que podría afectar a su voz. Ahora intenta vencer a otro obstáculo.
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