La noche del 9 de julio de 2016 un anciano de 81 años, usuario del centro geriátrico Suite La Marquesa de Jerez, falleció asfixiado con el cinturón de sujeción mecánica que lo ataba a su propia cama. La mañana anterior, la sujeción de la barandilla de su cama se rompió: el libro de incidencias del centro recoge que la pieza, un perno de sujeción, fue enviada a mantenimiento. Sin embargo, tal y como explica el abogado de la familia, no se cambió la barandilla ni la cama. A la noche y pese a ese circunstancia, F.M.F., inmovilizado, no fue visitado por el personal de guardia.
En un momento de la madrugada, el anciano se giró y sufrió una caída de la cama al no disponer de una barandilla lateral, dado el defecto de la cama. De esa forma, quedó suspendido a la altura del pecho y del cuello mediante el cinturón de sujeción, provocándole una asfixia mecánica, que José Luis Ortiz, abogado de la familia valora como dramática: "La muerte fue lenta y agónica".
La asfixia no fue inmediata ya que según cuenta Ortiz y publica Diario de Cádiz, hay heridas en las piernas y en las espaldas: "Lo demuestra y lo hace constar la policía científica en el informe del levantamiento del cadáver", especifica. Lo más lamentable es que no se acudió en su ayuda. "Nadie del personal de servicio del geriátrico fue a socorrerlo", explica.
Suite La Marquesa reconoció los hechos
El geriátrico, propiedad de Vitalia desde 2015, reconoció la mala praxis y la infracción del protocolo de contención mecánica, por lo que no pleiteó la denuncia de la familia. El hecho de que la cama del usuario no estaba en condiciones óptimas es un hecho perfectamente demostrable por los propios informes internos.
Tres años después, la familia y Suite La Marquesa han llegado a un acuerdo extrajudicial por el que la aseguradora de esta empresa, Geriátricos Urbanos S.L., ha abonado la cantidad de 90.000 euros en concepto de indemnización.
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