Las 10.000 dosis de la vacuna de Pfizer que llegaron este lunes al Vaticano ya se distribuyen entre sus 4.730 residentes, trabajadores y jubilados. En concreto, unas 600 personas son ciudadanas y 240 residentes, el resto son empleados. Según explica eldiario.es, la Santa Sede, una vez que administre todas las dosis, será el primer estado del mundo con capacidad para vacunar a todos sus habitantes. El pequeño estado accedió a la compra de las dosis gracias a los pactos Lateranenses de 1929 que vincularon al Vativano con el Estado italiano, lo que suprime las fronteras con la Unión Europea y le permite utilizar el euro.
Entre cardenales y cargos eclesiásticos, el Papa ya recibió su dosis ayer en un sector del Aula Pablo VI del Vaticano, según informó el diario argentino La Nación citando a fuentes vaticanas. Francisco, de 84 años, esperará tres semanas para inyectarse su segunda dosis. Este es el sitio elegido para la campaña de vacunación que se está desarrollando, en el que se han instalado los sanitarios. El suministro de la vacuna pronto dejará libre de coronavirus a toda la población.
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