La sociedad civil sevillana y McDonald's cambian la vida de los niños del Virgen del Rocío

Este viernes se inauguraba la Casa Ronald McDonald cerca del hospital de referencia en la provincia y parte de Andalucía, al que acuden pacientes a largos tratamientos. 20 viviendas, con aires de apartahotel, servirán para hacer la vida más fácil en momentos muy duros

José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, con Blanca Moreno, de McDonald's.

Un sueño de hace tiempo que involucra al asociacionismo y a una gran multinacional, además de otras empresas del entorno. Todo, por un fin. Es la nueva Casa Ronald McDonald de Sevilla, un inmueble muy cerca del hospital Virgen del Rocío, para que los pacientes infantiles, en muchos casos con cáncer, tengan un segundo hogar mientras reciben tratamientos de larga duración.

El inmueble se ubica en una parcela de 3.000 metros cuadrados, cedida por el Ayuntamiento de Sevilla. Blanca Moreno, de la Fundación, explicaba que este era un anhelo de hace años. Tras ponerse en marcha en Málaga esta misma iniciativa, ya venía rondando la idea de hacerlo en Sevilla. Hace 11 años. Pero no fue hasta 2020, aquel año nefasto, cuando surgió la luz. 

Una familia usuaria en Málaga de la misma iniciativa.  MAURI BUHIGAS

La fundadora de Andex, María Luis Guardiola, fue la primera en moverse. Es la asociación de familias de niños con cáncer. Al estar en marcha Málaga, no había fondos. Luego llegó Eva Luna, madre de Marco Luna, que acababa de fallecer, pero que no ha hecho decaer la lucha de su familia a través de una asociación. La Fundación El Gancho, con Marta Baturone a la cabeza, sigue en ello y logra que una comitiva de McDonald's desembarque en Sevilla, desde Madrid, apenas se levantan los confinamientos de 2020. Ahí surge la idea de la cesión del terreno, y cuando más negro se ponía todo, más se avanzaba. 

La recaudación del reto 'Tu casa azul', de El Gancho, logra que se involucren entidades, asociaciones, empresas y hasta particulares. Este enero de 2024, al fin, en paralelo al acto, que ha reunido a mucha gente en las instalaciones, ya tiene a pequeños pacientes con sus familias.

En la práctica, el inmueble parece un apartahotel, con 20 casitas espaciosas adaptadas cada una para hasta 5 personas, que desembocan a través de puertas cristaleras en un jardín central. No muy diferente a esos hoteles para familias de la costa, aunque se suman ludotecas, por ejemplo, y adaptación a personas con movilidad reducida.

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