Hace una semana, un paciente del Hopsital Universitario Virgen Macarena arrancó la primera falange de un dedo de la mano a un celador del centro. La agresión, una más de las que se producen en los hospitales andaluces a lo largo del año se produjo mientras el paciente gritaba, "quiero que me vea un médico. Quiero que me vea un médico: si no, voy a coger una correa y me voy a ahorcar".
La situación es insostenible para los sanitarios andaluces que ven como cada mes se repiten situaciones como estas en sus centros de trabajo. Por ello, este martes se han vuelto a concentrar a las puertas del hospital sevillano para exigir una solución a la Junta de -Andalucía con esta situación. La protesta ha contado con el apoyo de todos los sindicatos.
Desde UGT afirman que esta agresón "ha desatado la indignación de los profesionales del centro" por unos sucesos que "no cesan de producirse". El sindicato añade que no sólo han aumentado las agresiones físicas, sino también el número de insultos, amenazas y presiones que sufre el personal sanitario. Por ello piden más medidas de protección, más sanciones y una mejora en la calidad de la asistencia.
Otra organización como Satse ha llevado el tema al Parlamento Europeo para informar a las autoridades de los problemas y necesidades que sufren las enfermeras como la excesiva sobrecarga laboral, la precariedad y eventualidad o las agresiones físicas y verbales que padecen en el desempeño de su labor.
