La gripe H3N2, una variante del virus de influenza A considerada entre las más agresivas, ha encendido las alarmas en medio mundo por el aumento progresivo de contagios. El brote, que ya afecta con fuerza a Reino Unido, Japón, Estados Unidos, Canadá y España, preocupa a las autoridades sanitarias debido a su elevado potencial de propagación, en especial durante diciembre, un mes marcado por encuentros familiares y sociales. En varios países, los expertos califican el riesgo de difusión global como alto.
Una variante con mutaciones constantes y síntomas más intensos
Esta cepa, que se ha empezado a denominar súper gripe, deriva de la influenza A H2N2 y presenta modificaciones genéticas relevantes en las proteínas de su envoltura viral, un factor que facilita mutaciones continuas y complica el desarrollo de una vacuna totalmente ajustada cada temporada. Los especialistas señalan que el tratamiento puede prolongarse hasta tres semanas, lo que incrementa la presión asistencial en los sistemas sanitarios. En Inglaterra, los expertos ya advierten de la saturación hospitalaria registrada desde principios de mes, incluso antes del pico invernal habitual.
Las autoridades insisten en extremar las precauciones ante un virus que provoca síntomas intensos y de aparición brusca. Entre ellos destacan fiebre alta, tos seca, dolor de garganta, dolores musculares, fatiga extrema, dolor de cabeza, congestión nasal, escalofríos y episodios de sudoración. En los casos más graves, la infección puede derivar en complicaciones como otitis, afecciones torácicas o incluso neumonía bacteriana.
Los responsables sanitarios recomiendan reforzar las medidas preventivas. Aseguran que conviene lavarse las manos con frecuencia, usar mascarilla en espacios cerrados o muy concurridos, evitar o muy concurridos, evitar el contacto directo con personas enfermas y cubrir nariz y boca al toser o estornudar. También aconsejan mantener desinfectadas las superficies de uso común para limitar la transmisión comunitaria.
Los colectivos más vulnerables
Los colectivos más vulnerables a la influenza H3N2 son los adultos mayores de 65 años, los niños menores de 5, las personas con enfermedades pulmonares o cardiacas, así como quienes padecen trastornos metabólicos, afecciones renales o hepáticas o enfermedades vinculadas a la sangre. También se incluyen los pacientes con trastornos del neurodesarrollo, para quienes las complicaciones pueden resultar especialmente severas.
Con estos datos sobre la mesa, la alerta internacional por la súper gripe continúa creciendo. La combinación de contagios al alza, una variante altamente mutable y la proximidad de celebraciones masivas obliga a extremar la prudencia y reforzar los hábitos de prevención antes de que el brote alcance su punto más crítico.
