La Consejería de Salud y Consumo ha confirmado este lunes el primer caso de fiebre del Nilo occidental en Andalucía durante la presente temporada, según datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica autonómico. El registro supone una situación muy distinta a la del pasado año, cuando en estas fechas ya se habían notificado más de un centenar de contagios.
El paciente, residente en Mojácar (Almería) y de entre 50 y 60 años, comenzó a presentar fiebre y síntomas inespecíficos el 10 de julio, sin complicaciones neurológicas. La evolución fue favorable y el cuadro remitió por completo sin dejar secuelas. Inicialmente se sospechó de otras enfermedades transmitidas por vectores, aunque los análisis posteriores fueron descartando estas posibilidades.
Ante la ausencia de resultados concluyentes, y tras la detección de mosquitos portadores del virus en el municipio almeriense a comienzos de agosto, se amplió el estudio hacia fiebre del Nilo occidental. El diagnóstico fue confirmado mediante diversas pruebas, incluida una seroneutralización realizada en el laboratorio de referencia para arbovirus del Centro Nacional de Microbiología.
Las autoridades sanitarias subrayan que la detección de este caso leve pone de manifiesto la importancia del enfoque de “Una sola salud”, que integra vigilancia en humanos, animales y medio ambiente. La identificación del virus en mosquitos activa protocolos de salud pública, refuerza la vigilancia epidemiológica y facilita la adopción de medidas preventivas.
Casi 300 análisis
En lo que va de temporada se han efectuado 281 análisis clínicos, con un único resultado positivo. Paralelamente, permanecen instaladas 192 trampas para mosquitos, de las que se han obtenido más de 5.400 determinaciones: 24 dieron positivo para el virus. También se ha detectado un caso en équidos, mientras que no se han registrado positivos en aves.
Actualmente se encuentran en situación de alerta los municipios de Pulpí (Almería), Benalup-Casas Viejas (Cádiz), Huelva capital, El Pedroso y Guillena (Sevilla). En total, 109 localidades andaluzas presentan riesgo alto o nivel de alerta, distribuidas en todas las provincias, con especial concentración en Sevilla, que suma 43 municipios bajo esta clasificación.