La Junta de Andalucía ha registrado un aumento significativo de los casos de gripe en la región, con una tasa de incidencia que se sitúa en 33,5 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone un triplicado respecto a la semana anterior. Según ha señalado el consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias, Antonio Sanz, esta cifra coloca a Andalucía por encima del umbral epidémico. La administración autonómica ha reiterado la importancia de la vacunación, recordando que más de 1,7 millones de andaluces ya han recibido la dosis contra la gripe.
Sanz ha destacado que la campaña de este año se caracteriza por una mayor virulencia, debido a que el virus circulante no ha sido dominante en años recientes, lo que genera menor inmunidad en la población. Asimismo, ha confirmado que algunos centros sanitarios han decidido imponer el uso obligatorio de mascarillas ante la elevada incidencia del virus.
La recomendación del uso de mascarillas se aplicará en centros sanitarios y residencias de mayores, tanto públicas como privadas, hasta el 8 de enero, aunque la Junta ha aclarado que se podría dictar una nueva orden para modificar esta medida si la evolución de la gripe y del covid permite un retorno a niveles de control. Fuentes de la administración autonómica apuntan que se contempla la posibilidad de ampliar este plazo según la evolución de la temporada.
La orden de mascarillas
La orden emitida por la Consejería de Sanidad establece que el uso de mascarillas será recomendable para profesionales, pacientes y usuarios de centros sanitarios y sociosanitarios cuando la incidencia se mantenga en un nivel bajo de epidemia. La obligatoriedad se activará cuando se registre de manera reiterada un aumento moderado o sostenido de casos en hospitales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y la tasa de incidencia en Atención Primaria del distrito correspondiente supere el doble del valor de referencia.
En los centros privados, la obligatoriedad se aplicará bajo criterios equivalentes, cuando los planes internos de alta frecuentación alcancen niveles comparables a los de fase II o III del SAS y la incidencia en Atención Primaria se duplique. Además, la mascarilla será obligatoria en cualquier centro sanitario o sociosanitario si más del 30% de los residentes presentan infección o si se pasa del nivel bajo al medio o alto de alerta epidemiológica.
El SAS difundirá semanalmente indicadores de vigilancia sobre la evolución de las infecciones respiratorias agudas, con el objetivo de facilitar la toma de decisiones de manera coordinada entre los distintos centros y autoridades sanitarias.


