Alcalá del Valle, el pequeño municipio de la Sierra de Cádiz que ya vivió escenas muy dramáticas en la primera ola de la pandemia, vuelve a estar en vilo por el aumento imparable de los casos. De hecho, se ha vuelto a convertir en el pueblo más afectado de la provincia de Cádiz, tras registrar dos brotes, uno en un funeral y otro en un local de la localidad. El alcalde, Rafael Aguilera, ha vuelto a hacer un llamamiento a la "responsabilidad individual y al trabajo en comunidad de todos los vecinos". En total, la localidad cuenta con 94 casos positivos en los últimos 14 días, a la espera de otras 109 pruebas PCR que se realizaron ayer.
El alcalde, que ha solicitado al SAS un cribado poblacional en el municipio para conocer la verdadera dimensión de la pandemia, ha pedido "seguir extremando las precauciones y respetando las medidas de higiene y seguridad". Igualmente, desde el Ayuntamiento se han seguido haciendo en estos días tareas de desinfección en dependencias y comercios de la localidad.
El mismo alcalde dio positivo hace menos de un mes, aunque la cifra de contagios no estaba ni por asomo en las cifras actuales. La tasa de incidencia de Alcalá del Valle asciende a 1.862,9 positivos por cada 100.000 habitantes, la más alta de toda la provincia en esta fase de la pandemia, y a pesar de las restricciones impuestas al Distrito Sanitario (Jerez-Costa Noroeste-La Sierra) al que pertenece esta población gaditana.
"Veníamos avisando que había que reforzar la atención primaria, meter rastreadores... lo veníamos diciendo antes de volver a elevar la tasa de contagios. Y la realidad es que en Alcalá del Valle se están haciendo test de antígenos al que tiene síntomas, o las PCR, y vamos a seguir trabajando para que se hagan todos los test que sean necesarios en nuestro pueblo, y cuando la administración autonómica considere, que haga el cribado masivo", ha afirmado Aguilera, en una comparecencia que hace unos días retransmitió por su canal de Facebook.